Un estudio reciente describe una nueva vía de momificación de estos animales prehistóricos y predice que este tipo de fósiles podría no ser tan inusual como los científicos pensaban hasta el momento.
FOTO: ISTOCK. |
Ahora, no obstante, un estudio en el que se combina la
evidencia fósil con las observaciones de cadáveres de animales modernos
dirigido por la paleontóloga de la Universidad de Tennessee-Knoxville,
Stephanie Drumheller, acaba de encontrar una nueva explicación de cómo se
formarían tales momias. Los resultados de la investigación se recogen en un
artículo que bajo el título Biostratinomic alterations of an Edmontosaurus“mummy” reveal a pathway for soft tissue preservation without invoking “exceptionalconditions” se publicaba en la revista PLOS ONE.
Para llegar a sus conclusiones, el equipo de Drumheller
examinó el fósil de un Edmontosaurus procedente de Dakota del Norte que
conservaba grandes parches de piel disecada y aparentemente "desinflada"
en las extremidades y la cola, e identificaron varias marcas de mordeduras de
otros carnívoros en la piel del dinosaurio. Se trata uno de los primeros
ejemplos de los que se tenga constancia de heridas provocadas por carnívoros no
curadas en la piel de dinosaurios fósiles, algo que proporciona evidencia,
además, de que pese a haber superado un proceso de momificación el cadáver no
estaba protegido de los carroñeros.
¿Cómo se forma una momia de dinosaurio?
FOTO: DRUMHELLER ET AL. |
Por norma general, a la hora de alimentarse de una presa la mayoría de los carnívoros vertebrados evitan la piel y se dirigen a los músculos y vísceras subyacentes, que generalmente son más nutritivos, creando a su vez aberturas en la cavidad del cuerpo que permiten la eliminación activa de los tejidos internos por parte de otros carroñeros más pequeños, algunos invertebrados y de los microrganismos, facilitando además un punto de salida para los gases y líquidos producidos por la descomposición microbiana. Según los autores, todo este proceso puede promover la momificación de la piel de una manera poco intuitiva, ya que la ausencia de tejidos internos, sus fluidos y microbios asociados darían como resultado una descomposición más lenta y un secado más rápido de la piel y los huesos.
La momificación no requiere necesariamente un entorno árido y puede ocurrir en ambientes relativamente húmedos.
Así, los investigadores proponen que en el caso del ejemplar
de edmontosaurus estudiado se produjo un proceso similar, en el cual la piel y
los huesos se secaron y enterraron lentamente.
Pese a ello, los autores enfatizan que es probable que
existan numerosas vías por las cuales podría formarse una momia de dinosaurio.
Clint Boyd, paleontólogo sénior del Servicio Geológico de Dakota del Norte,
expresa que "Dakota no solo nos ha enseñado que los tejidos blandos
duraderos, como la piel, pueden conservarse en los cadáveres de dinosaurio,
sino que estos tejidos blandos también pueden proporcionar una fuente única de
información sobre los demás animales que interactuaron con un cadáver después
de la muerte”. Comprender estos mecanismos guiará la forma en que los
paleontólogos recolectan e interpretan estos fósiles raros pero llenos de
información.
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