No es fácil decidir si ya hemos entrado en una nueva era geológica 'creada' por el hombre, el Antropoceno, publica Gizmodo, sitio digital sobre tecnología.
Para definir un nuevo "capitulo en la historia
geológica", los geólogos suelen basarse en las capas de las rocas, los
fósiles y evidencias geoquímicas.
Sin embargo, el medio argumenta que "las huellas
dactilares de la sociedad industrial" están en nuestros alrededores, y que
algunas de los cuales permanecerán incluso cuando nosotros tal vez ya no
existamos.
Los fósiles tecnológicos
La humanidad está generando a gran escala basura que no se
descompone, indica el portal. Los llamados 'tecnofósiles' ―desde CD-ROM y vasos
de plástico, hasta chatarra electrónica― podrían permanecer en la Tierra
durante miles de millones de años, sobreviviendo incluso a la humanidad.
Una reciente investigación advierte que los plásticos
enterrados en vertederos podrían ser una 'bomba de tiempo'.
Algunos vertederos, que se encuentran en el suelo bajo en
las zonas de subsidencia tectónica, serán enterrados por más estratos y
"fosilizados como muladares paleontológicos".
Sin embargo, en los lugares de erosión comenzarán a liberar
desechos, incluyendo plástico, en el ciclo sedimentario.
Los fósiles reales
La edad de los seres humanos se caracterizará también por
cambios drásticos en el registro de fósiles naturales, señala Gizmodo.
La población de los humanos se ha incrementado
considerablemente durante el último siglo, a lo que se añade el aumento en la
cantidad de los animales domésticos.
Al mismo tiempo, algunas especies están despareciendo
rápidamente ―estamos en las primeras etapas de una sexta extinción en masa―
mientras que otras son llevadas a lugares que no son su hábitat natural.
La contaminación de carbono
Los seres humanos están quemando combustibles fósiles y
liberando enormes cantidades de carbono al aire.
El dióxido de carbono está calentando nuestro clima y remodelando
la química atmosférica de una manera que "dejará una huella
imborrable", señala el rotativo.
Asimismo, las capas recién formadas de hielo en los polos
norte y sur atraparán diminutas muestras de nuestro ambiente moderno en forma
de burbujas de aire, "ofreciendo a los geoquímicos del futuro el sabor de
los cielos llenos de esmog".
Fertilizantes de nitrógeno
El portal recuerda que el denominado proceso de Haber-Bosch
transformó radicalmente la forma en que nos alimentamos a nosotros mismos y a
nuestro planeta.
Los químicos Fritz Haber y Carl Bosch propusieron utilizar
la alta presión y el calor para convertir el nitrógeno atmosférico en
fertilizante amoníaco, haciéndolo barato y de acción rápido.
Los agricultores aplicaron el fertilizante generosamente a
los campos, lo que duplicó la cantidad de nitrógeno que circula activamente en
nuestra biosfera.
En ese sentido, el cambio del ciclo del nitrógeno de la
Tierra "dejará una marca indeleble en la geoquímica y la ecología del
Antropoceno".
Los pozos
Los seres humanos están excavando, perforando, minando y
explotando la corteza terrestre, lo cual tampoco pasará desapercibido. Todas
esas actividades dejan 'cicatrices' en la faz de la Tierra que tardarán desde
decenas hasta cientos de millones de años en desaparecer.
Las armas nucleares
Un punto clave del debate sobre el Antropoceno es el momento
exacto en que comenzó. Algunos argumentan que la fecha sería 1964, año de
pruebas de armas nucleares tan grandes que provocaron un repunte dramático en
la cantidad de carbono radiactivo, o carbono-14, en nuestra atmósfera.
"Si usted vivió en la Tierra durante los años 1960 y
70, contiene un rastro indeleble de la Guerra Fría en los huesos, y eso podría,
literalmente, anunciar el comienzo de una nueva era", resume la
publicación.
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