Si hoy sabemos que existieron dinosaurios y animales
prehistóricos, no es porque alguien vivió lo suficiente como para contarnos sus
experiencias con ellos, sino porque estos seres vivos dejaron sus restos o
marcas alrededor del mundo. A estos despojos de animales extintos se les llama
fósiles y la ciencia encargada de estudiarlos es la paleontología.
Aunque los fósiles más comunes son los de animales cuyo
sistema óseo o esqueleto ha logrado superar la descomposición, existen también
de invertebrados (insectos) y de plantas, los cuales fueron hallados enteros o
fragmentados. También se considera un vestigio de este tipo a los huevos,
nidos, excrementos y huellas.
Muchos investigadores estiman que el resto de un ser vivo
debe tener más de 11 mil años para ser considerado como fósil. Estos se
clasifican en:
SOMATOFÓSILES. Son los que más llaman la atención, ya que
están compuestos por las partes de un ser extinto, como los dientes, los
caparazones, los troncos y las hojas.
ICNOFÓSILES. Son los indicios de que un ser vivo estuvo en
un lugar determinado, como las huellas, las heces, las cáscaras de huevos, los
refugios y las cuevas.
Su hallazgo siempre causa tal fascinación que va más allá de
la comunidad científica.
Es por eso que muchas personas, sin ser paleontólogos,
acuden a los museos para apreciar estos restos y conocer más de ellos.
3 comentarios:
Tienen un poquito de razón 😅
en realidad si existio alguien para verlos , se llama mirta legrand
SUGERENCIA:yo opino q deberían poner imágenes d los tipos d fósiles para q sea más entendible.
GRACIAS!!!
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