viernes, 25 de octubre de 2019

Cómo la vida en la Tierra resurgió de las cenizas de los dinosaurios

El hallazgo de miles de fósiles en Colorado (EE.UU.) muestra al detalle la expansión de los mamíferos tras la gran extinción de hace 66 millones de años

Carsioptychus coarctatus come plantas en un bosque 300.000 años después del 
asteroide que terminó con los dinosaurios - HHMI Tangled Bank Studios] 
Hace 66 millones de años, un meteorito de 10 km de diámetro con una fuerza equivalente a la de diez mil millones de bombas atómicas como la de Hiroshima se estrelló en lo que hoy es la provincia del Yucatán, en México, provocando una de las mayores catástrofes en la historia de la Tierra. El colosal impacto incendió los bosques, desencadenó un tsunami brutal y expulsó tanto azufre a la atmósfera que bloqueó la luz del Sol, lo que terminó con el 75% de la vida existente en todo el globo, incluidos los dinosaurios y cualquier mamífero más grande que una rata. La mitad de las especies de plantas también se extinguieron.

Taeniolabis - HHMI Tangled Bank Studios
Pero, ¿qué ocurrió después? ¿Cómo se recuperó el planeta de semejante golpe? El tiempo posterior a la hecatombe ha sido un misterio por los escasos restos encontrados. Pero gracias a uno de esos hallazgos que son el regalo de una vida para un paleontólogo, ahora podemos conocer los capítulos sucesivos. Tyler Lyson y Ian Miller, investigadores del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver (EE.UU.), descubrieron incrustado en las rocas de Corral Bluffs, en el centro de Colorado, un tesoro de miles de fósiles excepcionalmente bien preservados de animales y plantas del primer millón de años crítico después del asteroide. «Podrías pasar toda tu carrera sin hallar un solo cráneo de esa época. (Sin embargo) nosotros encontramos un cráneo cada 15 minutos», asegura Miller.

La expansión de los mamíferos

Los restos, extremadamente raros, muestran quiénes y cómo ocuparon el trono que dejaron libres los dinosaurios. En un estudio publicadoen la revista «Science», los investigadores explican con un detalle exquisito cómo los mamíferos comenzaron a expandirse. «Todos los mamíferos modernos, incluidos los humanos, pueden rastrear sus orígenes hasta los primeros sobrevivientes del impacto», explica Lyson.

Según los investigadores, es la primera vez que los científicos han podido armar una imagen coherente de ese primer millón de años después del período cretácico. «Hemos podido juntar cuatro cosas clave: animales, plantas, temperatura y luego la línea de tiempo. Realmente, es la primera vez que vemos la recuperación de todo el ecosistema», afirma Lyson.

Toma aérea de los cráneos y mandíbulas fósiles de mamíferos recuperados 
en Corral Bluffs - HHMI Tangled Bank Studios
Los científicos recolectaron 37.000 granos de polen y esporas que ayudaron a fechar el lugar, una llanura de inundación. El trabajo reveló un marcador claro del impacto de los asteroides: un aumento en el crecimiento de los helechos, que prosperan en los entornos dañados. El yacimiento también incluye dos capas de cenizas de volcanes cercanos. La ceniza volcánica incluye minerales radioactivos cuya descomposición se puede usar como un reloj geocronológico preciso.

El pastel de nueces

El registro confirma la devastación causada por el impacto. Especies de mamíferos del tamaño de un mapache habían invadido el lugar antes de la catástrofe, pero durante 1.000 años después solo unas pocas criaturas peludas de 600 gramos no más grandes que ratas deambulaban por un mundo de helechos donde las plantas con flores, con sus nutritivas semillas y frutas, eran escasas.

Unos 100.000 años después, las especies de mamíferos ya se habían duplicado y recuperado el tamaño de un mapache. Estas criaturas, como el Carsioptychus, se alimentaron en los bosques de palmeras que reemplazaron a los helechos. «Es un mundo que está volviendo de una devastación total y absoluta», describe Miller.

Loxolophus busca comida en los bosques dominados por palmeras 300.000 años 
después de la extinción de los dinosaurios - HHMI Tangled Bank Studios
Durante los siguientes 200.000 años, lo que el investigador llama el período de las palmeras dio paso al período del «pastel de nueces», cuando surgieron plantas parecidas a nogales. Entonces, nuevos mamíferos evolucionaron para aprovechar las nutritivas semillas. La diversidad de los mamíferos se triplicó y la mayor de las nuevas especies alcanzó los 25 kilogramos, el tamaño de un castor.

La barra de proteínas

Un cráneo de vertebrado en la roca - 
HHMI Tangled Bank Studios
Unos 700.000 años después comenzó el período de la «barra de proteínas». Surgieron las legumbres. Las vainas de guisantes fósiles recuperados en Colorado son las más antiguas de América del Norte descubiertas hasta la fecha. Los guisantes y frijoles proporcionaron un menú rico en proteínas que aumentó aún más el tamaño y la diversidad de los mamíferos. Ya eran animales notables que superaban los 50 kilos, 100 veces más grandes que los que sobrevivieron al asteroide. Los bosques también se recuperaron. Lo más asombroso, según los investigadores, es la rapidez con la que sucedió todo. Y la estrecha relación entre vegetación y fauna para que eso ocurriera.

El equipo también clasificó 6.000 hojas, contando cuántas especies en cada intervalo de tiempo tenían bordes lisos o dentados. Las especies de bordes lisos son más comunes en climas cálidos. El equipo concluyó que el sitio experimentó tres períodos de calentamiento. Estiman que durante el primero, justo después del impacto, las temperaturas aumentaron aproximadamente 5° C. Este período coincide con las erupciones volcánicas masivas de las escaleras del Decán en India, que podrían haber calentado la Tierra arrojando dióxido de carbono. «En cada período de calentamiento ves un cambio en las plantas y, posteriormente, cambios en los mamíferos», dice Lyson. Las conclusiones aparecen en un nuevo documental de la cadena NOVA.

La sexta extinción

Como explican en «Science», el registro también contiene un mensaje aleccionador sobre el futuro y la rapidez con que los ecosistemas podrían recuperarse de lo que ya llaman la sexta extinción masiva, impulsada por el ser humano. Incluso una recuperación que los geólogos consideran «rápida» llevó cientos de miles de años, y el mundo nunca fue el mismo. Gracias a este trabajo, «tenemos una visión más clara de cómo nuestro mundo moderno de mamíferos surgió de las cenizas de los dinosaurios», dice George Sparks, presidente del museo en Denver. «Espero que esta historia inspire a la gente, especialmente a las futuras generaciones, a

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