Con una cabeza de poco más de 40 centímetros y un peso
promedio de 4.5 kg, hace 68 millones de años existió en el actual Madagascar
una rana antigua de mordida tan poderosa que basaba su alimentación en pequeños
dinosaurios del Cretácico tardío.
Imagen: Wikimedia Commons
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Su nombre no oculta su ferocidad: “rana demonio de
armadura”.
Dada su anatomía y tamaño, el anfibio de la especie
Beelzebufo ampinga (beelze = demonio, en griego; bufo = sapo, en latín; ampinga
= armadura, en malgache) tendría una fuerza de mordida cercana a 2,200 newtons
(224 kg), equiparable a la de algunos lobos o tortugas toro actuales.
A decir de expertos de la Universidad Estatal Politécnica de
California en Pomona (California) y de la Universidad de Adelaida (Australia)
que publicaron sus análisis al respecto en la revista Scientific Reports, B.
ampinga tendría a su familiar más cercano de nuestros tiempos en la rana
Ceratophrys, cuya cabeza es de apenas 4.5 cm y su capacidad de mordida ronda
los 30 newtons, que representan tres kilogramos, una diferencia por demás
notable que indica la gran fuerza de la “rana diablo”.
«CON ESTA FUERZA DE MORDIDA, ESTA RANA ANTIGUA HABRÍA SIDO CAPAZ DE SOMETER A LOS DINOSAURIOS PEQUEÑOS Y JUVENILES QUE COMPARTÍAN SU ENTORNO», DIJO EL INVESTIGADOR MARC JONES.
Por ello, los investigadores consideran que la B. ampinga ha
sido el tipo de rana más grande que haya existido hasta ahora; y por la época
en que vivió, su dieta habría consistido en pequeños dinosaurios o ejemplares
juveniles que merodeaban a su alrededor y a los cuales capturaba con la fuerza
de su mordida, impidiéndoles escapar.
Finalmente, la forma en que se calculó su mordida fue
empleando un transductor de fuerza y dos placas cubiertas con cuero de tamaños
y formas parecidas a los fósiles estudiados.
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