Los huesos fosilizados del saurópodo fueron descubiertos en
Galve en 2000. El estudio, a cargo de la Universidad de Zaragoza, sitúa la
existencia de esta especie hace 152 millones de años.
Las piezas del Galvesaurus herreroi / HA
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El ‘Galvesaurus herreroi’, un saurópodo descubierto en el
término municipal de Galve en el año 2000, ha resultado ser el dinosaurio más
antiguo localizado en España, según sostiene un estudio que acaba de ser
publicado en el Boletín Geológico y Minero.
Este informe, elaborado por un equipo de la Universidad de
Zaragoza, atrasa la existencia de esta especie hasta los 152 millones de años
frente a los 148 manejados anteriormente. La publicación se basa en la
investigación de algunos huesos del espécimen que no habían sido analizados
hasta la actualidad y en nuevos trabajos geológicos, que sitúan la vida del
dinosaurio en la Formación Cedrillas, del Jurásico Superior.
La publicación del Boletín Geológico y Minero emparenta el
Galvesaurus con el Bachiosaurus, el mayor dinosaurio descubierto hasta hoy. La
especie localizada en la localidad turolense de Galve es, sin embargo, de
dimensiones más modestas. Medía 16 metros de largo por cuatro de alto, pesaba
nueve toneladas y se alimentaba de vegetales.
El artículo del Boletín, firmado por Manuel Pérez-Pueyo,
Miguel Moreno-Azanza, José Luis Barco y José Ignacio Canudo, describe el
entorno en el que se movió el Galvesaurus como una zona costera de aguas poco
profundas y suelo arenoso. Canudo señaló que las condiciones en las que
aparecieron los fósiles de dinosaurio en Galve apuntan a que este fue devorado
por animales depredadores o carroñeros.
El grupo Aragosaurus, al que pertenecen los cuatro autores
del trabajo, explica en un artículo que la nueva datación del Galvesaurus lo
sitúa en un periodo especialmente interesante por ser escenario "de un
cambio de las faunas de dinosaurios a nivel mundial". Añade el equipo de
investigadores que la posición genética de esta especie en el contexto de los
dinosaurios "había sido incierta", pero el trabajo recogido en el
Boletín Geológico y Minero lo identifica como un "saurópodo
braquiosáurico", muy cercano al Lusotitán descubierto en Portugal y de
datación similar.
Cuarenta fósiles
La investigación ha utilizado piezas ya analizadas
anteriormente y también otras diez no estudiadas hasta ahora y que han aportado
una nueva visión sobre la datación del ejemplar de Galve. En total, las
excavaciones realizadas en la localidad turolense, conocida por su enorme
riqueza paleontológica, aportaron 40 fósiles de huesos, aunque algunos son
fragmentos de difícil catalogación.
El ‘Galvesaurus herreroi’ recibe este nombre en homenaje a
José María Herrero, un aficionado a la paleontología de Galve que localizó los
primeros fósiles en este municipio. El pueblo se ha convertido en "una de
las cunas de la paleontología" y ha aportado otras especies desconocidas,
como el Aragosaurus.
La localidad, vive, en gran parte, del mundo de los
dinosaurios, pues cuenta con una subsede de Dinópolis, Legendark, dedicada a la
vida en familia de los dinosaurios, con reproducciones de un nido de huevos y
crías de saurópodos. Galve tiene también un museo con interesantes piezas de
animales prehistóricos y un parque sobre la misma temática.
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