miércoles, 9 de octubre de 2019

¿El petróleo son «dinosaurios muertos»?

A mí de pequeño me dijeron en el cole que «el petróleo son dinosaurios muertos», que igual sobraba lo de «muertos». Y no fue en el patio, fue el profe de Ciencias. Se descompusieron durante millones de años y así se formó eso tan negro y pringoso que después se transforma en gasolina para los coches y muchas otras cosas que por entonces no me contaron.

De hecho, se llama «combustible fósil». Pero no, el petróleo no son dinosaurios muertos. Se produce en el interior de la Tierra por la acumulación de materia orgánica, de plancton que se junta en sedimentos que van perdiendo el oxígeno, y la presión que ejercen capas y capas, el aumento de temperatura y multitud de factores propicios, acaban produciendo petróleo millones de años después. Y ninguno es igual al de otro pozo.

Luego el mundo científico va aportando sus teorías, que a veces difieren mucho, pero está bastante extendido que ya había petróleo incluso antes de existir los dinosaurios. De hecho, una extendida creencia científica asegura que el meteorito «Chicxulub» se estrelló contra la Tierra en el actual México, impactó justo en un punto donde existía una inmensa reserva de petróleo que ardió como nunca ha ardido nada igual en el planeta. Y de ahí que se extinguieran los dinosaurios.

Aunque también se defiende científicamente que puede ocasionar petróleo cualquier materia orgánica acumulada durante millones de años bajo las condiciones adecuadas, en situaciones mucho más exigentes que en el caso del plancton. Y los dinosaurios muertos son materia orgánica. De ellos se han encontrado fósiles. Valorar si determinado petroleo es zumo de dinosaurio ya parece más complicado.

Llegados a este punto, los que defienden teorías extremas citan siempre al «geólogo Warren Hunt», y la frase que se le atribuye: “Lo que nos han enseñado en la escuela acerca del petróleo originado a partir de fósiles, es falso”. Este geólogo ruso nacido en 1911 y experto en petroleo se suicidó en 1977 en Estados Unidos.

De Dino al Petrobrasaurus

Existe una relación clásica entre petróleo y dinosaurios, también porque para encontrarlos en ambos casos hay que perforar la tierra. Sin ir más lejos, el Petrobrasaurus lo descubrieron en la Patagonia argentina junto a un yacimiento petrolífero. Por eso se llama así, en honor a la compañía brasileña Petrobras, que opera allí.

Pero sobre todo otra petrolera contribuyó hace un siglo a que se consolidara esa relación dinosaurios-petróleo, la Sinclair Oil and Refining Corporation. La gasolinera estadounidense fue fundada en 1916 y por entonces le prestó su imagen, a cambio de financiación, el paleontólogo Barnum Brown, que había descubierto el mítico Tyrannosaurus rex en 1902, entre otros.

Con Brown nació Dino, como después el de los Picapiedra, el dinosaurio del logo de la Sinclair Oil and Refining Corporation, una asociación directa entre dinosaurio y combustible fósil, en este caso el «mejor petróleo de los mejores dinosaurios» con solera de «100 millones de años».


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