Huellas de dinosaurios encontradas en varios países de
Europa, muy similares a otras en Marruecos, sugieren que pudieron dispersarse
entre los dos continentes por masas terrestres separadas por un mar poco
profundo hace más de 145 millones de años.
Fotografía de las huellas analizadas: Megalosauripus
transjuranicus (A) y
Jurabrontes transjuranicus (B). / Matteo Belvedere et al.
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A finales del Jurásico, como consecuencia de la
desfragmentación del supercontinente Pangea, los países que actualmente forman
Europa formaban parte de un archipiélago rodeado de un mar poco profundo. En su
interior, la península ibérica estaba situada en la parte más meridional, en el
continente de Laurasia (que incluía las actuales América del Norte y Eurasia),
pero cerca de Gondwana, el continente situado al sur.
Se han identificado un tipo de huellas grandes y esbeltas con un tamaño de 30-50 cm y por otro lado otras gigantes y robustas de más de 50 cm
En estas tierras caminaban grandes predadores, cuyas huellas
se han encontrado en diferentes continentes. Así, por ejemplo, icnitas y huesos
de alosaurios y estegosaurios se han encontrado tanto en Norteamérica como en
Portugal, lo que sugiere que ambos territorios estaban conectados de alguna
manera.
En un nuevo estudio, publicado en el Journal of AfricanEarth Sciences, un equipo de científicos europeos, con participación española,
ha reconocido ahora dos tipos de huellas de dinosaurios relacionadas con
grandes depredadores jurásicos en las actuales Suiza, Portugal, España (que
pertenecían a Laurasia) y Marruecos (que estaba en Gondwana).
Comparación de entre los dos tipos de huellas. / Matteo
Belvedere et al.
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Las marcas, denominadas Megalosauripus transjuranicus y
Jurabrontes curtedulensis, pertenecían a terópodos carnívoros parecidos al
Tyrannosaurus rex. “Por un lado, se han identificado un tipo de huellas grandes
y esbeltas con un tamaño de 30-50 cm y, por otro lado, otras gigantes y
robustas de más de 50 cm”, explica a Sinc Diego Castanera, del Instituto
Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) de la Universidad Autónoma de
Barcelona y coautor del trabajo.
Caminos entre aguas poco profundas
Para poder distinguir los tipos de huellas, el equipo usó un
novedoso software llamado DigTrace, que permitió comparar los pasos fosilizados
de manera virtual. “No podemos saber con certeza quién fue el autor de una
pisada ya que distintos dinosaurios emparentados pudieron dejar huellas muy
similares”, adelanta Castanera.
¿Cómo pasaron los dinosaurios entre Laurasia y Gondwana? La respuesta es problemática porque había un mar profundo entre ambos continentes
Sin embargo, con este estudio se confirma que las
diferencias entre los dos grupos de huellas identificados son suficientemente
importantes como para que sus autores fueran dinosaurios diferentes aunque
cercanamente emparentados.
Los científicos sugieren así que pertenecieron probablemente
a Allosaurus y Torvosaurus, ya que sus restos se han encontrado en el Jurásico
Superior de Portugal, lo que indica la presencia de dos superdepredadores en
los ecosistemas terrestres de finales del Jurásico.
Para confirmar estos datos, el grupo de investigadores
subraya que se requieren más estudios sobre todo para responder a una
importante pregunta: ¿cómo pasaron los dinosaurios entre Laurasia y Gondwana?
“La respuesta es problemática porque los estudios geológicos indican que había
un mar profundo entre ambos continentes”, recalca el científico.
Ilustración de un alosaurio. / Óscar Sanisidro ©Institut
Català de
Paleontologia Miquel Crusafont
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La presencia de las mismas especies en lugares tan distantes
obliga a los científicos a proponer rutas de dispersión entre los continentes
durante el Mesozoico, la época durante la cual vivieron los dinosaurios. Estos
animales de gran tamaño pudieron, de este modo, desplazarse entre África y
Europa por masas terrestres con cortos periodos de emersión por el sur de
Italia y los Balcanes o a través de Iberia (la antigua península ibérica).
Referencia bibliográfica:
Matteo Belvedere et al. “Late Jurassic globetrotters
compared: A closer look at large and giant theropod tracks of North Africa and
Europe” Journal of African Earth Sciences 158 (2019) 103547
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