En la segunda quincena de julio se realizarán excavaciones paleontológicas en Torrelara y en agosto arqueológicas en el Comunero de Revenga
Trabajos durante el año pasado en Torrelara. Foro: C.A.S. |
Uno de los lugares de mayor relevancia en la comarca de
Pinares es el Comunero de Revenga, donde el Grupo de Investigación en
Arqueología Medieval y Postmedieval de la Facultad de Geografía e Historia de
la Universidad de Barcelona lleva años investigando la historia del yacimiento
altomedieval de este lugar que se ha convertido en una toda una referencia
científica.
“Las investigaciones llevadas a cabo en el Alto Arlanza han
colocado la aldea de Revenga en un punto de referencia a nivel internacional,
por la importancia de los restos localizados de sus viviendas y sus espacios de
producción con una cronología inicial desde el siglo V hasta su abandono en el
siglo XIII”, explica Karen Álvaro.
El yacimiento arqueológico de Revenga constituye, -por sus
dimensiones y localización-, uno de los principales nodos de articulación
territorial junto con el enclave vecino de Cuyacabras de Quintanar de la
Sierra.
Tras estos años de investigaciones en Revenga, “los resultados obtenidos ponen de manifiesto la existencia de un poblado continuado al menos desde los siglos V-VI d.C., que se transforma progresivamente, sin rupturas aparentes, a merced de la propia evolución histórica del tercio norte peninsular”, añade la directora.
El yacimiento de Revenga ocupa unas 2 hectáreas y hasta el presente se ha actuado en unos 800 metros cuadrados, “con lo que se prevé seguir trabajando en la extensión que queda por excavar. El equipo lo compondrán once investigadores y estudiantes, procedentes de diversas universidades españolas, dirigido desde la Universidad de Barcelona. En la campaña, además de investigadores participan estudiantes de los grados de Historia y Arqueología que realizan sus prácticas en el yacimiento”.
El proyecto a desarrollar en la campaña de excavación de este verano plantea incrementar el conocimiento que se tiene de los espacios de hábitat y producción en el yacimiento de Revenga: “espacios que ya hemos podido detectar y ubicar en el espacio a lo largo de las intervenciones anteriores”, confirma Karen Álvaro.
El objetivo fundamental es disponer de un registro arqueológico bien integrado que permita evaluar la distribución y morfología de las evidencias aldeanas.
“En este sentido, el asentamiento de Revenga es uno de los yacimientos más emblemáticos del territorio. A través de las evidencias que conocemos acerca del hábitat y los entornos productivos, resulta imprescindible continuar las tareas de campo y de laboratorio a fin de definir con precisión la secuencia temporal del asentamiento y analizar la composición de sus estructuras domésticas, resolviendo las múltiples incógnitas que todavía hoy plantean estos testimonios”, concluye.
Estos trabajos en Revenga comenzaron gracias a un proyecto
financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, dentro de la convocatoria
de “Proyectos de Investigación Fundamental no orientada” I+D+I, que
otorgó la financiación para un proyecto titulado ‘La formación del paisaje
medieval: el origen de la red aldeana en el Alto Arlanza’, coordinado, como
decíamos con anterioridad, desde la Universidad de Barcelona. Un proyecto que
ha contado desde el primer momento con el apoyo municipal del Comunero de
Revenga, la Diputación de Burgos y la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta
de Castilla y León.
Estas y otras excavaciones están llevando a la comarca de
Pinares y la Sierra de la Demanda a tener una importantísima proyección
nacional e internacional como marca de calidad en investigación y en formación
universitaria.
EL C.A.S Y FIDEL TORCIDA
Así lo confirma uno de los máximos representantes dentro de
los trabajos que se realizan en cuanto a excavaciones, en este caso
paleontológicas en yacimientos en esta zona.
Él es Fidel Torcida Fernández-Baldor, director del Colectivo
Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes, C.A.S., y director de
las excavaciones que este verano se harán en uno de los yacimientos más
importantes de Europa: el de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, situado en
las proximidades de la localidad de Torrelara.
Allí, durante la segunda quincena del mes de julio, un grupo
algo más reducido que en anteriores campañas, “quince personas, frente a la
veintena de otros años previos a la pandemia”, dedicarán todos sus esfuerzos a
continuar con las labores que requiere este yacimiento cuya edad se estima en
145 millones de años aproximadamente, en el paso del Jurásico al Cretácico.
“Ese tiempo corresponde a un periodo significativo en la
evolución de los dinosaurios, en el que hubo cambios importantes en las faunas
de dinosaurios de todo el planeta. Es especialmente relevante el hecho de la
escasez de restos de saurópodos en el tránsito Jurásico-Cretácico de la
península ibérica, que además no suelen ser tan completos como el que se está
recuperando en Torrelara”, explica Fidel Torcida.
CINCO AÑOS EN TORRELARA
Trabajos durante el año pasado en Torrelara. Foro: C.A.S. |
“En Torrelara se han registrado hasta el momento 650 piezas
fósiles correspondientes a grupos diversos de dinosaurios, otros grupos de
vertebrados como cocodrilos, tortugas, pterosaurios, fósiles vegetales,
cáscaras de huevos y microfósiles como pólenes. Hasta la fecha, se ha estudiado
y publicado un estudio de un húmero de un dinosaurio saurópodo de tipo
braquiosáurido (herbívoros cuadrúpedos de gran tamaño), y está en marcha otro
sobre dientes de dinosaurios terópodos (carnívoros)”, añade.
La mayor parte de las personas que trabajarán en Torrelara
son universitarios y titulados universitarios, “a los que esta experiencia les
sirve como formación y como actividad que integrará su currículo para proyectos
futuros en los que quieran participar. También hay una representación
importante de personas de la comarca, que muestran de esta manera su interés y
su compromiso en relación al patrimonio comarcal”, concluyen desde el C.A.S.
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