martes, 1 de junio de 2021

El meteorito que extinguió a los dinosaurios: ¿cometa o asteroide?

¿Qué tipo de roca espacial excavó el inmenso cráter de Chicxulub?

Representación artística del impacto que tuvo lugar hace 64 millones de años.
NASA
Con 150 kilómetros de diámetro y 20 kilómetros de profundidad, el cráter Chicxulub del Golfo de México es la segunda estructura de impacto más grande jamás descubierta en la Tierra (tras el cráter de Vredefort, en Sudáfrica). Este cráter fue excavado por el famoso meteorito que contribuyó a la extinción de los dinosaurios, pero, ¿cuál era la naturaleza exacta de esta roca espacial?

Asteroides y cometas

El sistema solar contiene millones de fragmentos de escombros espaciales que dan vueltas alrededor del Sol junto con los planetas y sus satélites. A grandes rasgos, estos objetos se pueden dividir en dos grupos: asteroides y cometas.

La mayoría de los asteroides son condritas, unos objetos que están hechos de una mezcla de distintas proporciones de roca y metal. Sin embargo, también existen asteroides que son exclusivamente metálicos y otros están hechos únicamente de roca. A su vez, muchos asteroides rocosos contienen cantidades considerables de carbono en forma de grafito, carbonatos y compuestos orgánicos, motivo por el cual reciben el nombre de condritas carbonáceas.

Los cometas, por su parte, son masas mucho más endebles de hielo y roca. Este es el motivo por el que los cometas desarrollan largas colas de gas y polvo a medida que se acercan al Sol: el calor de nuestra estrella vaporiza los compuestos congelados de su superficie y el gas eyectado al espacio arrastra consigo el material polvoriento del cometa.

Aunque tanto cometas como asteroides son susceptibles de cruzarse con nuestro planeta e impactar con su superficie, cada tipo de objeto se comporta de manera distinta cuando se adentra en la atmósfera a velocidades de decenas de kilómetros por segundo. El material de los cometas, frágil y volátil, se desmenuza y vaporiza con más facilidad durante su paso por la atmósfera debido las altas presiones y temperaturas que experimenta durante la caída. Por eso sólo los cometas más grandes y veloces conservan suficiente masa cuando llegan al suelo como para excavar un cráter. En cambio, los resistentes asteroides tienen una probabilidad más alta de sobrevivir a su incursión hipersónica en la atmósfera e impactar con el suelo, incluso aunque su tamaño sea menor.

¿Qué fue lo que chocó con la Tierra hace 64 millones de años? ¿Un cometa o un asteroide? Eso es precisamente lo que ha averiguado un nuevo estudio.

Un objeto carbonáceo

Durante la colisión que excavó el cráter Chicxulub, una gran cantidad tanto del material del meteorito como del suelo acabó vaporizado, suspendido en la atmósfera y esparcido por el viento por todo el planeta. Como resultado, la capa de sedimentos que fueron depositados en esta época (el llamado límite K-Pg) contiene pequeñas cantidades del material del objeto que extinguió a los dinosaurios. Y ese material nos ofrece pistas sobre su naturaleza.

Por ejemplo, el límite K-Pg tiene una alta concentración de iridio que llegó a bordo del cometa o asteroide que se estrelló con la Tierra. Se estima que el impacto liberó entre 200 000 y 280 000 toneladas de iridio a la atmósfera, una cantidad que encaja con la que contendría un asteroide carbonáceo de unos 10 kilómetros de diámetro. En cambio, un cometa con las características necesarias para producir un cráter como el de Chicxulub sólo poseería unas 10 000 toneladas de este metal.

Por otro lado, el límite K-Pg también contiene grandes cantidades de un tipo de aminoácido que es muy poco común en nuestro planeta, pero sí abunda en las condritas carbonáceas. Y, por si esto fuera poco, en esta capa de roca se han encontrado minúsculos fragmentos de meteoritos «fósiles» que parecen pertenecer al objeto que excavó el cráter y que presentan una composición compatible con la de ciertos tipos de condritas carbonáceas.

¿Asteroide o cometa?

Aunque las evidencias apuntan a que el objeto impactador era una condrita carbonácea, no podemos sacar conclusiones precipitadas porque este tipo de meteoritos están divididos en seis grandes grupos principales en función de sus características petrológicas y su composición química: CV, CK, CO, CR, CM y CI. Los cinco primeros tipos tienen un origen asteroidal, pero las escasísimas condritas CI podrían ser material proveniente de cometas.

De hecho, algunos autores que ignoraban estas distinciones asociaron el concepto «carbonáceo» sólo al material cometario, así que, en el pasado, se había concluido erróneamente que lo que impactó con la Tierra hace 64 millones de años fue un gran cometa.

Sin embargo, un nuevo estudio ha analizado todas las evidencias disponibles y ha llegado a la conclusión de que las características del objeto que excavó el cráter Chicxulub sólo encajan con las de las condritas de tipo CM o CR, dos materiales con una naturaleza claramente asteroidal. Por tanto, parece por fin tenemos un culpable: el responsable de la extinción de los dinosaurios fue un asteroide.

QUE NO TE LA CUELEN:

Técnicamente, los dinosaurios no desaparecieron por completo de la faz de la Tierra. Sus «descendientes» evolutivos, las aves, han logrado sobrevivir hasta nuestra época.

REFERENCIAS (MLA):

Steve Desch et al. “The Chicxulub Impactor: Comet or Asteroid?”. Astronomy & Geophysics, volumen 62, número 3, (2021).

larazon.es 

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