¿Qué tipo de roca espacial excavó el inmenso cráter de Chicxulub?
Representación artística del impacto que tuvo lugar hace 64 millones de años. NASA |
Asteroides y cometas
El sistema solar contiene millones de fragmentos de
escombros espaciales que dan vueltas alrededor del Sol junto con los planetas y
sus satélites. A grandes rasgos, estos objetos se pueden dividir en dos grupos:
asteroides y cometas.
La mayoría de los asteroides son condritas, unos objetos que
están hechos de una mezcla de distintas proporciones de roca y metal. Sin
embargo, también existen asteroides que son exclusivamente metálicos y otros
están hechos únicamente de roca. A su vez, muchos asteroides rocosos contienen
cantidades considerables de carbono en forma de grafito, carbonatos y
compuestos orgánicos, motivo por el cual reciben el nombre de condritas
carbonáceas.
Los cometas, por su parte, son masas mucho más endebles de
hielo y roca. Este es el motivo por el que los cometas desarrollan largas colas
de gas y polvo a medida que se acercan al Sol: el calor de nuestra estrella
vaporiza los compuestos congelados de su superficie y el gas eyectado al
espacio arrastra consigo el material polvoriento del cometa.
Aunque tanto cometas como asteroides son susceptibles de
cruzarse con nuestro planeta e impactar con su superficie, cada tipo de objeto
se comporta de manera distinta cuando se adentra en la atmósfera a velocidades
de decenas de kilómetros por segundo. El material de los cometas, frágil y
volátil, se desmenuza y vaporiza con más facilidad durante su paso por la
atmósfera debido las altas presiones y temperaturas que experimenta durante la
caída. Por eso sólo los cometas más grandes y veloces conservan suficiente masa
cuando llegan al suelo como para excavar un cráter. En cambio, los resistentes
asteroides tienen una probabilidad más alta de sobrevivir a su incursión
hipersónica en la atmósfera e impactar con el suelo, incluso aunque su tamaño
sea menor.
¿Qué fue lo que chocó con la Tierra hace 64 millones de
años? ¿Un cometa o un asteroide? Eso es precisamente lo que ha averiguado un
nuevo estudio.
Un objeto carbonáceo
Durante la colisión que excavó el cráter Chicxulub, una gran
cantidad tanto del material del meteorito como del suelo acabó vaporizado,
suspendido en la atmósfera y esparcido por el viento por todo el planeta. Como
resultado, la capa de sedimentos que fueron depositados en esta época (el
llamado límite K-Pg) contiene pequeñas cantidades del material del objeto que
extinguió a los dinosaurios. Y ese material nos ofrece pistas sobre su
naturaleza.
Por ejemplo, el límite K-Pg tiene una alta concentración de
iridio que llegó a bordo del cometa o asteroide que se estrelló con la Tierra.
Se estima que el impacto liberó entre 200 000 y 280 000 toneladas de iridio a
la atmósfera, una cantidad que encaja con la que contendría un asteroide carbonáceo
de unos 10 kilómetros de diámetro. En cambio, un cometa con las características
necesarias para producir un cráter como el de Chicxulub sólo poseería unas 10
000 toneladas de este metal.
Por otro lado, el límite K-Pg también contiene grandes
cantidades de un tipo de aminoácido que es muy poco común en nuestro planeta,
pero sí abunda en las condritas carbonáceas. Y, por si esto fuera poco, en esta
capa de roca se han encontrado minúsculos fragmentos de meteoritos «fósiles»
que parecen pertenecer al objeto que excavó el cráter y que presentan una
composición compatible con la de ciertos tipos de condritas carbonáceas.
¿Asteroide o cometa?
Aunque las evidencias apuntan a que el objeto impactador era
una condrita carbonácea, no podemos sacar conclusiones precipitadas porque este
tipo de meteoritos están divididos en seis grandes grupos principales en
función de sus características petrológicas y su composición química: CV, CK,
CO, CR, CM y CI. Los cinco primeros tipos tienen un origen asteroidal, pero las
escasísimas condritas CI podrían ser material proveniente de cometas.
De hecho, algunos autores que ignoraban estas distinciones
asociaron el concepto «carbonáceo» sólo al material cometario, así que, en el
pasado, se había concluido erróneamente que lo que impactó con la Tierra hace
64 millones de años fue un gran cometa.
Sin embargo, un nuevo estudio ha analizado todas las
evidencias disponibles y ha llegado a la conclusión de que las características
del objeto que excavó el cráter Chicxulub sólo encajan con las de las condritas
de tipo CM o CR, dos materiales con una naturaleza claramente asteroidal. Por
tanto, parece por fin tenemos un culpable: el responsable de la extinción de
los dinosaurios fue un asteroide.
QUE NO TE LA CUELEN:
Técnicamente, los dinosaurios no desaparecieron por completo
de la faz de la Tierra. Sus «descendientes» evolutivos, las aves, han logrado
sobrevivir hasta nuestra época.
REFERENCIAS (MLA):
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