Toda la vida de la Tierra hace 500 millones de años vivía en los océanos, pero los científicos saben poco sobre cómo se desarrollaron estos animales y algas.
Chuandianella ovata, un crustáceo extinto parecido al camarón. - XIANFENG YANG, YUNNAN KEY LABORATORY FOR PALAEOBIO |
El yacimiento fósil, llamado Haiyan Lagerstätte, contiene un
tesoro excepcionalmente conservado de vertebrados primitivos y otros organismos
raros de cuerpo blando, más del 50% de los cuales se encuentran en las etapas
larvarias y juveniles de desarrollo. El yacimiento, que data del período
geológico Cámbrico, hace aproximadamente 518 millones de años, y que ha
proporcionado a los investigadores 2.846 especímenes hasta la fecha, es el más
antiguo y diverso encontrado hasta ahora.
"Es simplemente sorprendente ver todos estos juveniles
en el registro fósil --reconoce Julien Kimmig, responsable de las colecciones
del Museo y Galería de Arte de Ciencias de la Tierra y Minerales de Penn
State--. Los fósiles juveniles son algo que apenas vemos, especialmente de
invertebrados de cuerpo blando".
Xianfeng Yang, paleobiólogo de la Universidad de Yunnan
(China), dirigió un equipo de investigadores chinos que recogió los fósiles en
el lugar de la investigación. Midió y fotografió los especímenes y los analizó
con Kimmig, y sus resultados se publican ahora en la revista 'Nature Ecology and Evolution'.
Los investigadores identificaron 118 especies, incluidas 17
nuevas, en el Lagerstätte, un depósito sedimentario de fósiles extraordinarios
con una conservación excepcional que a veces incluye tejidos blandos
preservados.
Las especies incluyen los ancestros de los insectos y
crustáceos actuales, gusanos, trilobites, algas, esponjas y vertebrados
primitivos relacionados con peces sin mandíbula. Los investigadores también
encontraron huevos y una gran cantidad de fósiles juveniles poco comunes con
apéndices todavía intactos y sus tejidos blandos internos visibles.
Los especímenes están tan bien conservados que están
revelando partes del cuerpo nunca antes vistas, destaca Sara Kimmig, profesora
asistente de investigación en el Instituto de Sistemas Terrestres y Ambientales
y directora de las instalaciones del Laboratorio de Isótopos y Metales en el
Medio Ambiente de Penn State. "El yacimiento conservó detalles como ojos
en 3D, rasgos que nunca se habían visto antes, especialmente en depósitos tan
tempranos", asegura.
Según los investigadores, los científicos pueden utilizar la
tomografía computarizada en estos rasgos 3D para reconstruir los animales y
extraer aún más información de los fósiles.
El Lagerstätte contiene varios lechos de eventos, o capas en
el sedimento donde se encuentran los fósiles. Cada capa representa un único
evento de enterramiento. Todas las especies identificadas en el estudio están
presentes en la capa más baja, y las siguientes contienen diversas especies,
pero no en la medida de la más baja.
Los investigadores creen que estos intervalos podrían
representar periodos de auge y decadencia de la comunidad marina. Muchas
especies podrían haber llegado a la zona -en aquel momento situada en aguas más
profundas hacia el centro del Golfo de Kunming- buscando protección frente a
las fuertes corrientes marinas. Sin embargo, un cambio en los niveles de
oxígeno o unas tormentas que provocaron que los sedimentos fluyeran por una
ladera y enterraran todo lo que encontraban a su paso podrían haber provocado
extinciones.
La abundancia de fósiles juveniles, por otra parte, sugiere
que el Haiyan Lagerstätte podría haber sido una paleonursa. Las especies
encontradas en el Lagerstätte podrían haber elegido reproducirse allí debido a
la protección que les proporcionaba de los depredadores.
"¿Podrían estos gusanos, medusas y bichos haber
desarrollado algo tan sofisticado como una paleoguardería para criar a sus
crías? Sea cual sea el caso, es fascinante poder establecer un paralelismo
entre este comportamiento y el de los animales modernos", afirma Sara
Kimmig.
Los científicos podrán utilizar esta colección para estudiar
cómo se desarrollaron estos antiguos animales desde la fase larvaria hasta la
adulta.
"Veremos cómo crecieron las diferentes partes del
cuerpo a lo largo del tiempo, algo que actualmente desconocemos para la mayoría
de estos grupos --destaca Julien Kimmig--. Y estos fósiles nos darán más
información sobre sus relaciones con los animales modernos. Veremos si el
desarrollo actual de estos animales es similar al de hace 500 millones de años,
o si algo ha cambiado a lo largo del tiempo".
La información sobre el desarrollo también proporcionará
información sobre las relaciones entre grupos de animales, ya que patrones de
desarrollo similares pueden indicar un vínculo entre especies, añade.
"El Lagerstätte de Haiyan supondrá una gran riqueza de
conocimientos para muchos investigadores, no sólo en lo que respecta a la
paleontología, sino también a las reconstrucciones paleoambientales",
subraya Sara Kimmig. Ella y sus colegas quieren realizar análisis geoquímicos
de los especímenes y los sedimentos. Estos análisis podrían ayudarles a recrear
el entorno y el clima de la época en que se depositó este Lagerstätte.
Los fósiles también permitirán a los investigadores estudiar
cómo se comportaban los animales hace 500 millones de años, cuando el mundo era
un poco más cálido que en la actualidad, y utilizarlo como indicador de hacia
dónde se dirige el mundo en términos de comportamiento animal en un entorno más
cálido.
"En este yacimiento, encontramos los antepasados de la
mayoría de los animales modernos, tanto marinos como terrestres --señala Julien
Kimmig--. Si el Haiyan Lagerstätte es en realidad una paleonutrición, significa
que este tipo de comportamiento animal no ha cambiado mucho en 518 millones de
años".
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