Rutas por Burgos
Entre Quintanilla de las Viñas y Regumiel de la Sierra se alzan varios de los yacimientos de fósiles e icnitas más importantes de la Península Ibérica
La Pedraja. Mambrillas de Lara. / BC |
Y es que, millones de años antes de que nuestros antepasados se irguieran y dejaran constancia de su paso por Atapuerca, lo que hoy es la provincia de Burgos fue tierra de dinosaurios. El ecosistema y el territorio eran muy diferentes a los que vemos hoy, sin duda, pero muchos de los rastros de aquellas enormes criaturas siguen siendo visibles en zonas como la sierra de La Demanda, donde se erigen varios de los yacimientos de fósiles e icnitas más interesantes de la Península Ibérica, tal y como confirman quienes llevan años estudiándolos.
Quizá, el más importante de todos esos yacimientos sea el de Las Sereas, situado a caballo entre Quintanilla de las Viñas y Mambrillas de Lara, una zona ocupada a finales del Jurásico e inicios del Cretácico por un gran lago de aguas poco profundas, un lugar ideal para el paso de saurópodos y otras especies. En toda esa zona se ha identificado un enorme yacimiento en el que se han documentado hasta la fecha cerca de un millar de icnitas, repartidas en 14 afloramientos rocosos a lo largo de cinco kilómetros. La envergadura del yacimiento ha obligado a dividirlo en partes, de las cuales, hasta ahora, apenas se han investigado en profundidad unas pocas.
No obstante, los resultados son espectaculares. Sólo en Las Sereas 7 se han localizado 60 huellas muy bien marcadas, fundamentalmente de saurópodos y terópodos, repartidas en varios rastros perfectamente identificables a simple vista.
A apenas un puñado de metros de Las Sereas 7, y casi como continuación, aparece el yacimiento de La Pedraja, al que se accede desde Mambrillas de Lara, a poco más de media hora en coche desde Burgos capital. Allí, igualmente visibles, afloran hasta 123 huellas de diferentes especies en un espacio muy reducido, flanqueado por la representación de un enorme saurópodo.
Cerca de Burgos
Un cómodo paseo permite al viajero hacer un viaje en el tiempo e imaginarse cómo serían aquellos seres antediluvianos. Pero para hacerse una idea más concreta de su morfología y forma de vida , nada mejor que coger el coche y conducir un puñado de kilómetros hasta Salas de los Infantes.
Allí aguardan dos hitos. El primero es el yacimiento de Costalomo, ubicado a las afueras de la localidad salense, donde han sido documentadas otras 239 huellas, datadas en 125 millones de años (Cretácico Inferior). Algunas de ellas, por cierto, de especial relevancia, como la correspondiente a 'Atila', un enorme carnívoro de unos 15 metros de longitud cuya huella alcanza los 75 centímetros.
Museo de Dinosaurios
Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. / BC |
De hecho, el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (CAS), alma mater del proyecto de investigación de la comarca, se ha acostumbrado a sacar a la luz cada verano restos de una singular importancia en diferentes emplazamientos del entorno. Es más, ya han catalogado varias especies 'autóctonas'.
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