Los fósiles de la nueva especie, bautizada como Yatenavis ieujensis, fueron encontrados por científicos del CONICET en rocas de 70 millones de años.
Posible aspecto en vida de Yatenavis. Ilustración: Florencia Zorzoli. |
Los enantiornites son un grupo de aves antiguas que, a
diferencia de las aves modernas y al igual que los dinosaurios, no logró
sobrevivir al meteorito que cayó en la Tierra hace unos 66 millones de años y
que produjo lo que conoce como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno. Sin
embargo, antes de extinguirse, este grupo de aves, que se diferencia de las
actuales principalmente por características primitivas como la presencia de
dientes y de manos con garras agudas, alcanzó un importante grado de diversificación
que se desplegó a lo largo de todo el Período Cretácico, dando lugar a especies
voladoras, acuáticas, e incluso buceadoras, algunas de las cuales superaron la
envergadura de un ganso.
No obstante, dada la naturaleza frágil de sus huesos, los restos
conocidos de este grupo de aves no son representativos de toda la diversidad
que lo caracterizó. Por este motivo, el hallazgo de cualquier elemento de estos
vertebrados del Cretácico posee un gran valor científico.
Un ave con alta capacidad de vuelo y maniobrabilidad
El húmero de Yatenavis. |
De acuerdo con los investigadores, hay marcas de músculos en
el húmero que son indicadoras de que Yatenavis tenía una alta capacidad de
vuelo y maniobrabilidad, rasgo que lo asemeja a los pájaros modernos que
habitan bosques y selvas, y que son excelentes acróbatas a la hora de esquivar
árboles y arbustos mientras vuelan a gran velocidad.
“En este sentido, es importante tener en cuenta que hace 70
millones de años el ambiente patagónico era muy distinto al de la actualidad.
La cordillera de los Andes no existía y donde hoy predominan mesetas y
desiertos, había bosques y cuerpos de agua que albergaban peces, ranas,
tortugas, serpientes y cocodrilos enormes”, afirma Álvarez Herrera.
Uno de los enantiornites más australes
Parte del equipo del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del MACNBR busca fósiles en la Estancia La Anita. Foto: gentileza investigadores. |
“Parte de la importancia del descubrimiento se desprende del
hecho de que hasta el momento se dudaba que este grupo de aves primitivas hubiera
podido tolerar el clima templado que imperaba en el sur de la Patagonia a fines
del Cretácico. El hallazgo del Yatenavis demuestra que algunas de estas aves se
encontraban bien adaptadas a soportar temperaturas más bajas que las de los
trópicos, en donde existía una gran diversidad de enantiornites”, señala
Álvarez Herrera.
En las rocas cretácicas que afloran en la Formación
Chorrillo, ya se habían descubierto dinosaurios como Maip macrothorax, el
megaraptor más grande conocido hasta el momento, el herbívoro gigante
Nullotitan glaciaris e Isasicursor santacrucensis, un ornitópodo bípedo del
tamaño de un caballo, además de restos de otras aves, mamíferos, tortugas,
serpientes, anuros y caracoles terrestres y de agua dulce. Todos estos
hallazgos tuvieron lugar a partir del 2019, año en que se descubrió el
yacimiento.
Paleontólogos trabajan en la zona en la que fue hallado el húmero de Yatenavis. Foto: gentileza investigadores. |
Del hallazgo también participaron científicos de la
Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” y del Museo Nacional de
Naturaleza y Ciencia de Tokio (Japón). Los restos de Yatenavis, al igual que
otros fósiles hallados en la Estancia La Anita, se encuentran en el Museo Padre
Jesús Molina, en Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz).
Referencia bibliográfica
Herrera, G. Á., Agnolín, F., Rozadilla, S., Coco, G. E. L.,
Manabe, M., Tsuihiji, T., & Novas, F. E. (2022). New enantiornithine bird
from the the uppermost Cretaceous (Maastrichtian) of southern Patagonia,
Argentina. Cretaceous Research, 105452. https://doi.org/10.1016/j.cretres.2022.105452
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