Los restos fósiles de mamíferos extinguidos hace miles de
años que Charles Darwin descubrió durante los 18 meses que pasó recorriendo
territorio argentino "fueron fundamentales para su teoría de la
evolución" de las especies, aseguraron investigadores del Museo de
Historia Natural de Londres (NHM) al disertar sobre el naturalista británico en
el Centro Cultural de la Ciencia.
Algunos pertenecían, además, a géneros animales desconocidos
hasta entonces: es el caso del Mylodon Darwini -un perezoso gigante -, el
Gliptodonte -un armadillo gigante- y el Toxodonte -una mezcla de hipopótamo y
rinoceronte-, cuyos segmentos fósiles el naturalista halló entre las
localidades bonaerenses de Punta Alta y Bahía Blanca.
"Los hallazgos de mamíferos fósiles han sido muy
importantes en sí mismos, pero nuestra preocupación es que la gente no se da
cuenta lo fundamentales que han sido para Darwin. Ésta es una de las razones
por las cuales estamos aquí, para tratar de cambiar esto", dijo la doctora
en paleontología y curadora senior de mamíferos fósiles del NHM, Pip Brawer.
"No sólo encontraba especímenes nuevos para la ciencia,
sino que advertía la importancia conceptual de reconocer que (estos mamíferos
extintos) tenían parientes entre los animales vivos del presente y de la misma
región", acotó el doctor en zoología y líder de investigación del NHM,
Adrian Lister.
Para el paleobiológoo, estos descubrimientos le permitieron
a Darwin deducir que "había relación por líneas de descendencia"
entre ambos especímenes, y que su semejanza "no era obra de la
casualidad" sino de "lo que hoy llamamos evolución" de las
especies, en oposición al "fijismo" predominante en la época.
Charles Darwin tenía 22 años y era estudiante de Teología en
Cambridge cuando se embarcó como naturalista en la segunda expedición de
estudios del bergantín de la Marina Real Británica "Beagle".
Al mando del capitán Robert Fitz Roy, la nave tenía por
misión cartografiar con mayor precisión las costas de la Patagonia argentina,
lo que en principio le insumiría un período de dos años pero se extendió por
tres años más.
La mayor parte de los hallazgos de fósiles de grandes
mamíferos extintos los hizo en los acantilados de la actual localidad
bonaerense de Punta Alta, al sudeste de la provincia de Buenos Aires y a 28,5
kilómetros de Bahía Blanca.
"Cada vez que atracaban en un puerto, bajaba y recolectaba plantas, aves, piedras y fósiles. Era un apasionado de la historia natural” ADRIAN LISTER
Otro aporte importante de Darwin fue haber demostrado que
los caballos "no habían llegado con los españoles" sino que hace
miles de años "habían vivido salvajemente" en estas tierras antes de
extinguirse, lo que pudo deducir a partir del hallazgo de dientes fosilizados
en la ciudad de Paraná.
Como el Beagle "tenía sólo 30 metros de largo",
llevaba sólo "75 marineros" y soportaba sólo 235 toneladas de carga,
"Darwin no podía guardar todo lo que iba encontrando", e ideó un
sistema para ir mandando las piezas al Real Colegio de Cirujanos de Londres,
donde el biológo y paleontólogo Richard Owen los identificaba y clasificaba.
"Para cuando volvió a Londres, Darwin ya era un científico muy reconocido",
contó.
Brewer recordó que parte de la colección de fósiles fue
destruida en 1941, durante la II Guerra Mundial, como consecuencia de los
bombardeos alemanes al Colegio de Cirujanos de Londres. "Por suerte,
muchos especímenes se salvaron, pero nunca tendremos una lista de lo que se
dañó, sino sólo de lo que se recuperó", dijo.
Tanto Brewer como Lister rechazan la postura según la cual
fue de regreso en Londres cuando el naturalista pensó por primera las ideas
básicas de la teoría que en noviembre de 1859 plasmaría en su libro "El
origen de las especies". "Ya en el viaje de regreso, en 1836, Darwin
escribe la frase: 'Lo que he visto, mina la estabilidad de las especies'",
contó Lister.
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