Es la primera vez que se encuentran huellas subacuáticas de este animal en Europa, ya que solo se habían descubierto en dos yacimientos en China.
El rastro, según ha informado la investigadora postdoctoral
destinada en el Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente y miembro
del Grupo de Investigación PaleoIbérica de la UAH, Mélani Berrocal, es de hace
unos 240 millones de años y está compuesto por siete huellas fósiles de
notosaurio seguidas unas de otras en doble hilera.
"Las huellas encontradas en la provincia de Guadalajara
contienen marcas de natación con impresiones de uñas asociadas. Detrás de cada
una hay una elevación en la roca que se corresponde con la elevación de
sedimento que produjeron las patas delanteras de este animal al tocar el fondo
e impulsarse. Este hallazgo añade nuevos datos al poco conocido estilo de
locomoción de estos animales", ha explicado Mélani.
De esta manera, España se convierte en el segundo país del
mundo en el que se han registrado huellas subacuáticas de estos reptiles del
Triásico, ya que hasta el momento solo se habían hallado en dos yacimientos
situados en el suroeste de China, lo que aporta más información sobre la
distribución y estilo de vida de estos animales en el período Triásico.
¿Cómo eran los notosaurios?
Los notosaurios eran unos reptiles marinos que habitaron los
mares del Triásico y podían alcanzar los 5 metros de longitud. Estos animales,
pertenecientes al Superorden Sauropterygia, como los más conocidos
plesiosaurios, tenían un largo cuello y una cola alargada y podían desplazarse
nadando por el agua. Se alimentaban principalmente de invertebrados y peces y,
a pesar de que fueron relativamente abundantes en los mares del pasado,
encontrar sus huellas es extraordinariamente raro.
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