El rector de la Universidad de Zaragoza inaugura el Laboratorio Paleontológico donde se exhiben y estudian los fósiles hallados en 2019 en esta zona del pre Pirineo y que es una sección del museo de Ciencias Naturales.
Fotos de la inauguración del Laboratorio Paleontológico de Loarre. |
Hace 68 millones de años, la península ibérica era una isla
que estaba situada más próxima a la línea ecuatorial o paralelo 0° que hoy y la
sierra de Loarre se encontraba cerca del mar. Las marcas de un río y de una
profusa vegetación indican que el clima de esta zona de la Hoya de Huesca era
muy distinto a finales del Cretácico y que por ella campaban los dinosaurios.
Faltaba poco (dos millones de años) para que la especie desapareciera tras el
impacto de un meteorito. Mucho tiempo después, tras el choque de las placas
continentales de Iberia y Eurasia, emergieron los Pirineos. Con la cadena
montañosa se elevó también parte de la tierra que, a miles de metros de
profundidad, ocultaba tesoros como los huevos que una hembra de este reptil
prehistórico enterró para que estuvieran protegidos.
En una de laderas formadas con el nacimiento de la
cordillera, situada junto a la ermita de Santa Marina en Loarre, se encontraron
hace tres años unas cáscaras extrañas que a cualquiera le hubieran pasado desapercibidas,
pero no a Juan Manuel Gasca, geólogo, paleontólogo y corredor de montaña. Bajo
los terrones rojizos se hallaba uno de los mayores yacimientos de huevos
fósiles de dinosaurios del mundo.
Este jueves, Miguel Moreno-Azanza, doctor en Ciencias de la
Tierra por la Universidad de Zaragoza e investigador del grupo Aragosaurus de
esta institución académica, ha señalado que aquella pendiente de la ermita que
fue un tobogán para los niños de la localidad, hoy se ha convertido en un
depósito de 12 km donde, de momento, se han encontrado más de 100 huevos
fosilizados agrupados en siete nidos. Con un diámetro medio de 15 centímetros,
su conservación es diferente a la de los encontrados hasta ahora en otras
zonas, "algo que nos permitirá saber más cosas", ha dicho el experto.
El gran arcano de la investigación es descubrir a la madre para vincular los
restos embrionarios que puedan hallarse con un tipo de dinosaurio concreto y
seguir...
Moreno-Azanza ha reconocido que el trabajo de investigación
en Paleontología "es lento, exhaustivo y concienzudo" y que
"hasta que se obtengan resultados pueden pasar 12 años". "Nos estamos dejando la piel para que
este patrimonio pueda volver al pueblo", ha asegurado. No obstante, la
labor de divulgación sobre la importancia de lo hallado hace 25 meses ha
empezado ya, como la búsqueda científica.
Fotos de la inauguración del Laboratorio Paleontológico de Loarre. |
Más de 2.000 personas
El objetivo de este Laboratorio es doble: convertirse en un recurso turístico para Loarre y permitir realizar una investigación puntera en el mismo lugar dónde se han encontrado los fósiles. Desde su apertura, en agosto, han pasado por él más de 2.000 personas. El espacio no tiene guías, son los propios paleontólogos y los investigadores quienes explican a los visitantes los detalles a la vez que muestran el proceso de investigación. "Lo hacemos con un rollo moderno y estamos preparando visitas al yacimiento, ha comentado Miguel Moreno-Azanza.
En el Laboratorio pueden verse murales que reflejan cómo era
el entorno de Loarre hace 70 millones de años, paneles con el cabalgamiento de
las placas tectónicas, las zapatillas para correr por la montaña de Gasca,
rocas con huevos fosilizados, pequeños textos explicativos, cifras sobre las
horas de trabajo (5.000) y los especialistas participantes en las excavaciones
y la investigación (30)...
Este jueves, el alcalde de Loarre, Roberto Orós; el rector
de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral; la directora general de
Patrimonio, Marisancho Menjón; el presidente de la Comisión de Desarrollo de la Diputación Provincial de Huesca, Roque
Vicente; el vicepresidente de la comarca de la Hoya de Huesca, Enrique Novella
y el director del Museo de Ciencias Naturales, José Ignacio Canudo, han firmado
con su palabra un compromiso de apoyo a un proyecto que tiene como fin "aprovechar
la ciencia y el patrimonio para traer riqueza a la población".
Los vecinos
Decenas de vecinos han sido testigos de este empeño en la
sala municipal. Muchos de ellos cedieron sus tractores, herramientas y trabajo
para ayudar a desentrañar lo que se hallaba bajo la cuesta de Santa Marina y
todos están expectantes sobre lo que puede suponer este hallazgo para el futuro
de una localidad muy castigada por la pandemia y donde solo que abierto un bar.
Moreno-Azanza ha manifestado que él pondrá todo su tesón para que los huevos
vuelvan a Loarre, para que gran parte de los 100.000 visitantes que cada año
van al castillo se acerquen al Laboratorio Paleontológico y para que pronto
Loarre tenga un segundo establecimiento hostelero.
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