- El fósil fue encontrado en 2009 en el yacimiento Dolor, entre las localidades de Biascas de Obarra y Serraduy (Huesca)
- La vértebra de Beranuy es la evidencia más moderna de un ave mesozoica en Europa
Un grupo de investigadores del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales (IUCA) de la Universidad de Zaragoza (UZ), han liderado un trabajo internacional que ha permitido descubrir por primera vez el fósil de un ave gigante que convivió con los últimos dinosaurios de Europa antes de la gran extinción.
El fósil fue encontrado en 2009 en el yacimiento Dolor, ubicado en los afloramientos de rocas sedimentarias continentales de la Formación Tremp GETTYIMAGES |
El fósil encontrado corresponde una vértebra cervical
perteneciente a un ave de gran tamaño que tendría un cuello largo y flexible.
Para confirmar el tamaño del ave, el fósil ha sido comparado
con otras vértebras de dinosaurios terópodos y aves actuales y extintas de todo
el mundo. Tras ello los investigadores han evidenciado que el fósil es de
naturaleza aviana y más primitiva que las aves actuales, según ha indicado el
principal autor del trabajo, Manuel Pérez-Pueyo.
Un TAC para estudiar la estructura del fósil
En un comunicado publicado por la UZ, el centro ha
manifestado que durante el desarrollo de la investigación, se realizó un micro
TAC de la vértebra en el Centro Nacional de Investigación de la Evolución
Humana de Burgos, para estudiar la estructura interna de la misma.
Esto permitió observar una estructura hueca con múltiples
cavidades y cámaras, propia de un sistema respiratorio de sacos aéreos
semejante al de las aves actuales.
El fósil fue encontrado en 2009 en el yacimiento Dolor, ubicado en los afloramientos de rocas sedimentarias continentales de la Formación Tremp, entre las localidades de Biascas de Obarra y Serraduy, en la Comarca de la Ribagorza, dentro del término municipal de Beranuy.
Un hallazgo relevante para la paleontología
El hallazgo de esta ave es muy relevante para la
paleontología de vertebrados europea, ya que si bien se conocía la presencia de
aves de gran tamaño en el Cretácico de Europa, nunca se había registrado una
tan próxima al límite Cretácico/Paleógeno.
La vértebra de Beranuy es, por tanto, la evidencia más
moderna de un ave mesozoica en Europa, y demuestra que aves de gran tamaño
convivieron con otros dinosaurios justo antes de su extinción.
Esto supone que las comunidades de animales continentales
del final del Cretácico en Iberia eran más diversas de lo que se conocía hasta
ahora. Futuros descubrimientos ayudarán a desentrañar qué papel jugó este
animal en estos ecosistemas y sus relaciones de parentesco con otras aves, han
concluido las citadas fuentes.
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