martes, 14 de septiembre de 2021

Así se cortejaban los Tiranosaurios

Un estudio sobre las heridas en fósiles de mandíbulas de tiranosaurios dilucida cómo se relacionaban y cortejaban los individuos de esta especie

Reconstrucciones artísticas del hipotético comportamiento de morderse la cara
entre Tiranosaurios.  Julius T. Csotonyi
El análisis de las heridas de fósiles de Tiranosaurios hallados en Canadá, muestra cómo se relacionaban entre ellos para cortejarse o mostrar quién manda aquí. Este estudio del comportamiento de los depredadores más dominantes de su época se ha publicado en Paleobiology, y concluye que las mordeduras en las mandíbulas, eran una forma de relacionarse y marcar territorio, muy similar a la de las aves y cocodrilos actuales.

Dilucidar cómo dos individuos de la misma especie se comportaban para marcar territorio o escarmentar a otros de que se acercasen a sus parejas, se hace complicado solo a partir de huesos. Cuanto más tiempo pasa, menos piel y materia queda para apreciar las heridas y entender cómo peleaban. Si se arañaban, arrojaban piedras, o tiraban del pelo, en caso de tenerlo.

Por suerte para los paleontólogos del estudio publicado, los tiranosaurios dejaron cicatrices con heridas profundas, pero no mortales, dándoles una idea de cómo se relacionaban entre ellos. Analizaron quinientos veintiocho elementos de hace 67 millones de años, compuestos por 36 cráneos articulados, huesos, mandíbulas y esqueletos completos. Estudiaron las marcas de las heridas, principalmente causadas por los dientes de otro compañero o compañera de su especie.

Muestras de huesos de mandíbulas de tiranosaurios con
lesiones de golpes dentales curadas y parcialmente
curadas indicadas (flechas). Barras de escala, 1 cm.
  
Caleb M. Brown
Se descubrió que los tiranosaurios se mordían lo suficiente para comunicarse sin matarse. Que se mordían cuando ya habían alcanzado la madurez sexual, entre tiranosaurios de su tamaño. No mordían a los más jóvenes o pequeños.

Tampoco los más jóvenes se mordían entre ellos, y se descarta que fuera una forma de jugar o de aprender a luchar. También es posible que, simplemente, los más pequeños no se atrevieran, o huyeran frente a la amenaza de un adulto cabreado.

En este morderse la cara, los tiranosaurios adultos se aproximaban los unos a los otros de lado, chocaban y mordían sus mandíbulas con movimientos controlados y reiterados. Se rajaban con los dientes, pero no se ensañaban clavándolos en puntos fijos o en profundidad. Si eso sucedía, era en muy pocas ocasiones.

Morderse la cara podría estar relacionado con establecer una jerarquía de dominación, o como ritual de cortejo.

Caleb M. Brown

Autor principal del estudio

Eran insistentes con las mismas partes de la cara. En el artículo que recoge el estudio, su autor principal, Caleb M. Brown, comenta que "Se desconoce la razón por la que se instigaban mordiéndose la cara, pero podría estar relacionado con la competencia por el territorio, los recursos o las parejas. Con establecer una jerarquía de dominación, o como ritual de cortejo".

Morderse como forma de cortejo, para marcar el territorio o aproximarse, es algo que hacen otras especies de osos, reptiles, y pájaros, también. De hecho, la manera de abordar las mandíbulas y morder de los dinosaurios de este estudio es muy parecida a la de los cocodrilos y aves actuales, los representantes vivos de sus antepasados "arqueosaurios", a los que se asocia evolutivamente a los tiranosaurios, también.

lavanguardia.com

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