Fueron encontrados en julio y las tareas se completaron a la vera de la Ruta Nacional 237
Los restos fósiles de un dinosaurio hallado en el mes de julio pasado. |
Las tareas de extracción realizadas a la vera de la ruta
nacional 237 demandaron 40 días de trabajo para lograr rescatar parte del
esqueleto de un dinosaurio herbívoro saurópodo del grupo de los titanosaurios.
Además, se encontraron las extremidades posteriores, parte
de la cadera, siete vértebras de la espalda y parte de un brazo que ahora están
a resguardo en el Museo Paleontológico “Ernesto Bachman” de El Chocón.
Integrantes del Laboratorio del museo, la Dirección de
Turismo de la municipalidad local, la Gendarmería Nacional, la Policía de la
Provincia de Neuquén y la comunidad participaron en el rescate.
El paleontólogo Juan Ignacio Canale, informó que “alrededor
de los huesos se encontraron varios dientes aislados de dinosaurios carnívoros,
probablemente perdidos, mientras se estaban alimentando del mismo” y anticipó
que “la cantidad y preservación de los huesos en estudio brindará mucha
información novedosa”.
Los restos hallados son del esqueleto de un dinosaurio herbívoro saurópodo del grupo de los titanosaurios (National Geographic). |
Algunos de los saurópodos titanosaurios más grandes
registrados en la historia son los Argentinosaurus y Patagotitan, grandes
herbívoros cuadrúpedos, de cuello y cola muy largos y cabeza pequeña.
También a fines de julio y a pocos kilómetros de El Chocón, en el departamento de Los Barrales en Neuquén, un nuevo dinosaurio similar fue descubierto gracias a la bajante del lago.
Los primeros huesos hallados se encontraban cerca de aquel
gigante descubierto en tierras pertenecientes a la comunidad Paynemil, a 97
kilómetros de la capital provincial, un yacimiento del período Cretácico de
cuando convivieron dinosaurios herbívoros y carnívoros de casi 40 metros de
largo o alto.
El Futalognkosaurus es una de las naves insignias de la paleontología
de Neuquén. No solamente se encontró, en 2000, el 70% de su esqueleto, sino que
su rescate le dio vida al parque geopaleontológico Proyecto Dino de la
Universidad Nacional del Comahue en el lago Barreales.
Si bien el paleontólogo Jorge Calvo aclaró que los dinos “no
tienen sexo, al menos que haya una evidencia que lo confirme”, lo cierto es que
los primeros huesos encontrados se ubicaban a poca distancia desde donde se
extrajo el Futalognko, de 30 metros de altura.
En el Cretácico Superior, todo el territorio neuquino era
similar a la selva de Misiones, con árboles de más de 40 metros de altura que
requería a los saurópodos desarrollar los cuellos de largas dimensiones para
alcanzar las hojas de las que se alimentaban.
Era una auténtica tierra de gigantes, aunque también era
suelo propicio para que hagan de las suyas los carnívoros megarraptors, cuyos
huesos también se encuentran en Proyecto Dino.
Junto con Calvo trabajan los geólogos Federico Narváez y
Gabriel Asencio, el técnico paleontológico Juan Mansilla y el colaborador
Nicolás Fuentes, quienes se encargan de los estudios tafonómicos, algo parecido
a lo que realizan los peritos forenses tras el hallazgo de un cadáver.
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