CONVIVIÓ CON DINOSAURIOS, COCODRILOS Y SERPIENTES
Reconstrucción de Paleochelco occultato, realizada por Gabriel Lio. |
Agencia CTyS-UNLaM - Hace 84 millones de años, en la
Patagonia, vivía una gran diversidad de dinosaurios, cocodrilos y otros
reptiles (tortugas, tuataras, serpientes). En el registro fósil, se conocía una
gran variedad de estos animales, pero, curiosamente, hasta ahora, no se había
hallado ninguna de las especies de pequeños lagartos que debían estar presentes
es ese ecosistema.
El doctor Agustín Martinelli, investigador del CONICET en el
Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), destacó: “Paleochelco occultato
es el primer lagarto terrestre en ser nominado científicamente del Mesozoico de
Argentina, es decir, del tiempo en que vivieron los dinosaurios terrestres”.
“Este espécimen proviene de rocas del Cretácico Superior de
la Formación Bajo de la Carpa, expuestas en el Campus de la Universidad
Nacional del Comahue, al norte de la Ciudad de Neuquén, en un yacimiento que se
conoce hace más de 100 años y en donde se ha encontrado una gran variedad de
dinosaurios, cocodrilos y serpientes”, agregó Martinelli a la Agencia
CTyS-UNLaM.
El doctor Federico Agnolin, investigador del MACN y de la
Fundación Azara, observó que “hace unos 84 millones de años, la Patagonia era
muy distinta a lo que conocemos hoy en día. La enorme estepa, el enorme
desierto que conocemos actualmente, en ese momento, era una superficie cubierta
de bosques, de lagunas y, ahí, abundaba una gran diversidad de animales”.
Fósil de Paleochelco occultato, sostenido entre dos dedos. |
Por su parte, el doctor Martín Ezcurra, investigador del
CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), comentó que “los
lagartos aparecen en el registro fósil antes que los dinosaurios, pero es mucho
más difícil encontrar sus restos fósiles en rocas mesozoicas. Hoy en día, los
lagartos, serpientes y parientes son uno de los grupos con mayor biodiversidad.
Por eso, es tan importante entender su evolución durante el Mesozoico”.
El hallazgo del lagarto oculto
Paleochelco occultato recibió este nombre (“antiguo lagarto
oculto”) por haberse mantenido inadvertido, oculto a los ojos de los
investigadores, durante décadas, en uno de los cajones repletos de fósiles del
Museo Argentino de Ciencias Naturales.
“Realmente, fue un descubrimiento inesperado a partir de
trabajos de curatoría (de limpieza de fósiles) en la colección del Museo”,
contó Martinelli, quien se desempeña en la Sección Paleontología de
Vertebrados.
El especialista y autor principal de este estudio publicado
en la propia revista del MACN destacó: “Tuve la suerte de ver este pequeño
fósil de poco más de un centímetro que había pasado más de 30 años en un cajón
repleto de huesos fragmentarios. A partir de allí, pudimos iniciar el estudio
de este ejemplar”.
En tanto, Agnolin valoró: “Lo que tiene de importante esta
nueva especie es múltiple: en primer lugar, hay que pensar que el registro
fósil de lagartos y lagartijas es muy escaso en el mundo en contraposición de
la gran diversidad que tenemos de lagartos vivientes, con más de siete mil
especies”.
Esto se debe a que los huesos de los lagartos, por ser
pequeños y frágiles, es muy difícil que se preserven en el registro fósil. Por
lo tanto, según explica Agnolin, “cualquier resto que exista de este linaje es
importante para entender la evolución de todas las lagartijas”.
“Además, este primer hallazgo no solo nos muestra que las
lagartijas estaban presentes con los dinosaurios en Argentina, sino que también
que eran diversas -indicó Agnolin-. Por otra parte, es uno de los lagartos más
antiguos que se conocen de América del Sur”.
El investigador del MACN y de la Fundación Azara aseveró que
“Paleochelco se asemeja muchísimo a especies de lagartos que convivieron con
los dinosaurios que se conocían de Asia, de América del Norte, de Europa, lo
cual nos habla de posibles antiguas conexiones faunísticas con aquellos
continentes, por lo que este hallazgo tiene implicancias del punto de vista
evolutivo, para entender el origen y la temprana radiación de los lagartos
modernos”.
A partir de este descubrimiento, Ezcurra observó: “Espero
que la descripción de Paleochelco incentive la búsqueda y estudio de más restos
de lagartos terrestres en Argentina y en otras regiones que formaban el
supercontinente de Gondwana durante el Mesozoico. La historia evolutiva de los
lagartos tiene que haber sido muy rica y nos ayudaría a entender la evolución
del grupo después de la extinción de los dinosaurios no avianos hace 66
millones de años”.
Este estudio, publicado con el título “Unexpected new lizard
from the Late Cretaceous of southern South America sheds light on Gondwanan
squamate diversity”, puede ser consultado en el siguiente link, de acceso
gratuito: http://revista.macn.gob.ar/ojs/index.php/RevMus/issue/view/55
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