Un nuevo estudio de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, examina el papel de los dinosaurios gigantes en el transporte de semillas de un lugar a otro. Revista Galileu.
Los triceratops fueron los encargados de llevarse semillas a kilómetros de distancia (Foto: Ellicia / Unsplash) |
Esto llevó al profesor George Perry a estudiar hasta qué
punto los dinosaurios pueden haber contribuido a la propagación de semillas,
analizando qué tan rápido viajaban y con qué frecuencia defecaban. A través de
este estudio, se concluyó que el Triceratops era el esparcidor de semillas
ideal, gracias a su peso (8 a 10 toneladas) y una velocidad máxima de unos 25
kilómetros por hora para moverse.
Otro dinosaurio que podría haber ayudado en la misión fue el
Stegosaurus, que pesaba entre 6 y 8 toneladas. Ambos pueden haber sido
responsables de esparcir las semillas un promedio de cuatro a cinco kilómetros
y en algunos casos más de 30 kilómetros.
Las plantas fosilizadas cuyas características sugieren que
pueden haber sido dispersadas por animales datan de hace 280 millones de años,
y las semillas de los intestinos fosilizados tienen la misma edad.
El resultado del estudio fue publicado por Perry en la
revista The Royal Society. Sin embargo, comprender
exactamente el papel que desempeñaron los dinosaurios para ayudar a las plantas
a propagarse puede resultar difícil a partir del registro fósil. Si bien los
dinosaurios ciertamente movieron las semillas, los científicos no saben nada
sobre su germinación.
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