Esquiar y disfrutar de la nieve a todos los niveles, hacer
senderismo y alpinismo, contemplar belenes insólitos, revivir la era de los
dinosaurios o adentrarse en el universo de los aromas son solo algunos de los
planes que ofrece la región burgalesa.
Por la riqueza de sus paisajes, su latente historia y
singulares tradiciones, la provincia de Burgos tiene un brillo especial con la
llegada de la Navidad, el momento perfecto para descubrir este territorio del
interior de la península.
|
© Provincia de Burgos |
La Navidad es uno de las épocas con más magia del año, el
momento perfecto para disfrutar de unos días en familia visitando otros lugares
que, más bellos que nunca, se engalanan para la ocasión con el tradicional
iluminado y se llenan de cautivadoras tradiciones. Uno de ellos es la provincia de Burgos que, por su variedad de paisajes y su historia, propone planes
extraordinarios en torno a la naturaleza y la cultura. Cientos de eventos amenizan
cada ciudad y rincón acercando a públicos de todas las edades durante
prácticamente dos meses de celebraciones.
Cuando el belén cobra vida
|
© Provincia de Burgos |
Una de las costumbres más arraigadas de algunos pueblos de
la región es la representación del belén viviente, un acto que a menudo
conlleva la implicación de todos los vecinos que, ataviados con las vestimentas
adecuadas, recrean las escenas del Nacimiento. Entre los más conocidos se
encuentran el de Torregalindo, el de Quintanilla del Agua o el de Melgar de
Fernamental.
Un belén de alta montaña
|
© Provincia de Burgos |
De gran tradición es también el belén del pico Mencilla, una
montaña de la Sierra de la Demanda que llega a alcanzar los 1.950 metros, todo
un reclamo para los montañeros que durante la Navidad se acercan a la provincia
de Burgos junto con la cercana vía verde del ferrocarril minero. Hasta allí
ascienden también cada año los miembros del Club Deportivo Montañeros Burgaleses,
encargados de portar los distintos elementos que conforman el nacimiento.
Navidades blancas en Las Merindades
|
© Provincia de Burgos |
Para muchos las vacaciones de Navidad son sinónimo de nieve
y esquí, por ello, los amantes de este deporte invernal encontrarán su paraíso
en la estación de Lunada, un centro que alberga hasta once pistas, así como una
escuela de esquí y snowboard. El alpinismo y senderismo son otras actividades
idóneas en este escenario clave para el turismo rural que es, además, punto de
partida de numerosas rutas que llevan a descubrir auténticos tesoros naturalesy culturales. Entre ellos el complejo kárstico de Ojo Guareña, la Cascada de
Salceda, el salto del Nervión o el monasterio de Santa María de Rioseco.
Viaje a la era de los dinosaurios en familia
|
© CAS |
En la localidad burgalesa de Salas de los Infantes, capital
de la comarca de La Demanda y Pinares, se encuentra el Museo de Dinosaurios,
espacio que alberga una de las mejores y más completas colecciones no solo de
España sino de Europa. Ilustraciones, maquetas a escala real, vídeo guías y
numerosos fósiles llevarán a grandes y pequeños a través de un recorrido
entretenido y didáctico por el pasado más remoto de la comarca.
Vuelta a lo rural
|
© Provincia de Burgos |
Ubicada en Quintanilla del Agua, en el corazón de la comarca
del Arlanza, se alza la que es conocida como la escultura más grande del mundo.
Territorio Artlanza es un pueblo mágico a escala real erigido por el artista
local Félix Yáñez a partir de materiales reciclados que, con gran precisión,
reproducen de forma fidedigna cómo era la vida de un antiguo pueblo medieval
castellano. El primer edificio que se encuentra el visitante posee un taller y
una sala de exposición que muestra las esculturas de terracota de Yáñez. El
resto del “poblado” cuenta con las fachadas típicas castellanas una quincena de
museos y hasta dos corrales de comedias en un espacio donde se organizan
también talleres didácticos de cerámicas y juegos.
Una tierra de sensaciones
|
© Provincia de Burgos |
Al sur de la provincia, en el encantador pueblo de Santa
Cruz de la Salceda, se encuentra el Museo de los Aromas rodeado por un
cautivador entorno protagonizado por viñas y dehesas. Este rincón de la Ribera
del Duero combina una parte lúdica, de disfrute en el reconocimiento y el
análisis de diferentes aromas y otra didáctica relacionada con la investigación
sobre el olfato. Diseñado como una casa con todas sus estancias, cada una de
ellas propone al público el reto de comprobar su destreza en el reconocimiento
de una colección de hasta 92 aromas con los que disfrutar, recordar y aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario