Provocó la desaparición del 76% de las especies existentes hace 200 millones de años
Imagen de archivo - ABC |
El equipo analizó biomarcadores extraídos de rocas recogidas
en el Canal de Bristol del Reino Unido y encontró evidencia de esteras
microbianas, una suerte de «alfombras» compuestas por complejas comunidades de microorganismos que sirven para conocer los cambios biológicos que se dieron en
el pasado.
«A través de nuestro análisis de la firma química de estas esteras microbianas, además de ver el cambio del nivel del mar y los marcadores de la columna de agua, descubrimos que la extinción masiva del final del Triásico ocurrió más tarde de lo que se pensaba», afirma en un comunicado Peter Fox, del WA-Organic and Isotope Geochemistry Center y autor principal del estudio en un comunicado.
Comienza el reinado de los dinosaurios
Hace unos 200 millones de años, el período Triásico llegó a
un final devastador después de que se iniciaran violentas erupciones volcánicas
al fragmentarse Pangea y surgir el Océano Atlántico. A medida que el dióxido de
carbono se arrojaba a la atmósfera, el ciclo del carbono de la Tierra se
interrumpió y los océanos se acidificaron. Los delicados ecosistemas marinos
colapsaron y una gran cantidad de criaturas prehistóricas como conodontos y
fitosaurios se extinguieron; pero, de alguna forma, dinosaurios, pterosaurios,
mamíferos y algunas plantas consiguieron sobrevivir. Este nuevo mundo permitió
a los dinosaurios expandir su nicho ecológico y reinar supremos durante los
próximos 135 millones de años.
Fox afirma que investigaciones anteriores sugieren que la
extinción tuvo lugar donde ahora sabemos que florecieron las esteras
microbianas, pero que las firmas químicas dejadas por estos seres antiguos
complicaron el registro de rocas, lo que dio lugar a la confusión de fechas y
lugares en los que se inició la extinción masiva. Por su parte, la coautora
Kliti Grice, también investigador de la Universidad de Curtin, explica que los
primeros cambios isotópicos observados en las rocas en los que se apoyaban
anteriores estudios, en realidad no coinciden con el evento de extinción
global, ya que indican que estos cambios primero se produjeron a nivel local en
las cuencas europeas, para pasar tiempo después a convertirse en un fenómeno
global.
«La etapa de extinción masiva debe haber ocurrido un poco
más tarde, junto con las extinciones de plantas terrestres, los niveles tóxicos
de sulfuro de hidrógeno y la acidificación del océano impulsada por la
actividad volcánica masiva relacionada con la apertura del Océano
Protoatlántico», apunta. Actualmente no está claro exactamente cuánto tiempo
después ocurrió la extinción masiva. Grice indica que con los nuevos datos
habría que reinterpretar el registro de isótopos de carbono, con el fin de
obtener una mejor comprensión de los efectos regionales y los globales.
Aprendiendo del pasado
Grice asegura que los hallazgos de la investigación no solo
presentan una nueva teoría de lo que inició la extinción final del Triásico,
sino que también proporcionan un tipo de advertencia para el potencial futuras
extinciones masivas en la Tierra.
Comparación del ciclo que produjo la extinción masiva de finales del Triásico (derecha) con la producción de gases contaminantes en la actualidad (derecha) - Víctor O. Leshyk |
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