Un ave de hace 68 millones de años descubierta en Madagascar sorprende a los investigadores por su pico en forma de guadaña
Reconstrucción artística del ave enantiornitina del Cretácico tardío Falcatakely forsterae - Mark Witton |
Ilustración que representa al Falcatakely en medio de dinosaurios no aviares y otras criaturas durante el Cretácico Superior en Madagascar - Mark Witton |
Bien conservado
El pequeño cráneo de 8,5 cm de Falcatakely fue encontrado
bien conservado y casi completo en una roca de hace unos 70 millones de años.
Se trata de un hallazgo inusual, ya que los frágiles huesos de aves son raros
en el registro fósil, y sus cráneos aún lo son más. El delicado espécimen
reveló muchos detalles importantes, como los complejos surcos en los huesos que
indicaron la existencia de una cubierta queratinosa expansiva, o pico, en vida.
«Cuando la cara comenzó a emerger de la roca, supimos que
era algo muy especial, si no completamente único», señala Patrick O'Connor,
profesor de anatomía y neurociencia en la Universidad de Ohio y autor principal
del estudio. Falcatakely pertenece a un grupo extinto de aves llamado
Enantiornithes, que vivieron durante el Período Cretácico y cuyos fósiles han
sido localizados principalmente en Asia. «Estas aves ocuparon ecosistemas junto
a sus parientes no aviares como Velociraptor y Tiranosaurio», dice Turner,
profesor de ciencias anatómicas en la Universidad de Stony Brook y coautor del
estudio.
Al no poder extraer los huesos individuales de Falcatakely de la roca para estudiarlos porque eran demasiado frágiles, el equipo de investigación empleó micro tomografía computarizada (μCT) de alta resolución y modelado digital para diseccionar virtualmente los huesos individuales. La impresión 3D ampliada de los modelos digitales permitió reconstruir el cráneo y compararlo con el de otras especies. A medida que avanzaba la investigación, se hizo evidente que los huesos que formaban la cara en Falcatakely estaban organizados de una manera peculiar. Inesperadamente, se parecía mucho a los tucanes modernos.
Evolución convergente
Para los investigadores, se trata de un ejemplo de evolución
convergente, cuando organismos no relacionados desarrollan el mismo rasgo de
forma independiente. En las aves vivas, la parte superior del pico está formada
por un solo hueso agrandado premaxilar, pero las primeras aves de la era de los
dinosaurios, como el icónico Archaeopteryx, tenían picos formados por dos
huesos, un pequeño premaxilar y una gran maxilar. Sorprendentemente, Falcatakely
tenía la disposición primitiva pero una forma moderna, similar a los tucanes o
cálaos actuales, lo que indica que aves lejanamente emparentadas pudieron
desarrollar formas de pico similares de formas diferentes.
Falcatakely convivió en lo que ahora es el noroeste de
Madagascar, un entorno semiárido y altamente estacional, con otros animales
verdaderamente extraños, como el Simosuchus, similar a un cocodrilo de nariz
chata, o el mamífero Adalatherium, recientemente descrito como la «bestia loca»
de la isla por su rareza. Probablemente, el aislamiento favoreció ese especie
de mundo perdido. «El descubrimiento de Falcatekely subraya que gran parte de
la historia profunda de la Tierra todavía está envuelta en un misterio
-advierte O'Connor-, particularmente en aquellas partes del planeta que han
sido relativamente menos exploradas». Quién sabe si la paleontología descubrirá
otras aves de aspecto extraño en esa remota parte del mundo.
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