Los dinosaurios Tyrannosaurus rex masticaban huesos manteniendo una articulación en su mandíbula inferior firme como un caimán, en lugar de flexible como una serpiente.
Reconstrucción del esqueleto del espécimen holotipo (CM 9380) de Tyrannosaurus rex del Museo de Historia Natural Carnegie - WIKIPEDIA |
Investigaciones anteriores han sugerido que esta
articulación era flexible, como lo es en las serpientes y los lagartos, lo que
ayudaba a los dinosaurios carnívoros a mantener a sus presas en apuros en sus
mandíbulas.
Sin embargo, no estaba claro si las mandíbulas eran
flexibles en absoluto, o cómo podían ser lo suficientemente fuertes como para
morder e ingerir hueso, algo que el tiranosaurio hacía regularmente, según las
pruebas fósiles.
"Descubrimos que estas articulaciones probablemente no
eran flexibles en absoluto, ya que los dinosaurios como el T. rex poseen huesos
especializados que cruzan la articulación para dar rigidez a la mandíbula
inferior", señala John Fortner, estudiante de doctorado en anatomía en la
Universidad de Missouri y primer autor del estudio, que se ha presentado la
reunión anual de la Asociación Americana de Anatomía durante la reunión de Biología Experimental (EB) 2021.
Fortner y sus colegas utilizaron tomografías computarizadas
de fósiles de dinosaurios y reptiles modernos para construir un modelo 3D
detallado de la mandíbula del T. rex. A diferencia de los modelos anteriores,
sus simulaciones incluyen hueso, tendones y músculos especializados que
envuelven la parte posterior de la mandíbula.
"Estamos modelando las mandíbulas de los dinosaurios de
una manera que simplemente no se ha hecho antes --apunta Fortner--. Somos los
primeros en generar un modelo 3D de una mandíbula de dinosaurio que incorpora
no sólo una articulación intramandibular, sino que también simula los tejidos
blandos dentro y alrededor de la mandíbula".
Los resultados sugieren que el hueso que corre a lo largo
del interior de la mandíbula, llamado prearticular, actuó como un sumidero de
tensión para contrarrestar la flexión en la articulación intramandibular,
manteniendo la mandíbula inferior rígida.
El equipo planea aplicar su enfoque de modelado a otras
especies de dinosaurios para dilucidar aún más la mecánica de la mordida entre
los dinosaurios, y tal vez, ayudar a los investigadores a entender mejor las
criaturas de hoy, también.
"Dado que las mandíbulas de los dinosaurios están
construidas de forma muy parecida a la de los reptiles vivos, podemos utilizar
la anatomía de los reptiles vivos para informar sobre cómo construimos nuestros
modelos de mandíbula --explica Fortner--. A su vez, los descubrimientos que
hagamos sobre la mandíbula del T. rex pueden aportar más claridad sobre la
diversidad de la función de alimentación en reptiles actuales como los
cocodrilos y las aves".
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