El hallazgo del ejemplar más completo de un reptil marino que vivió a fines del Cretácico revela la existencia de diferencias corporales entre las hembras y los machos
'Kawanectes lafquenianum', un reptil marino del grupo de los plesiosaurio que vivió a fines del Cretácico/Jorge González |
Los elasmosáuridos fueron un grupo de plesiosaurios que se
irradiaron por los mares de todo el mundo antes de la gran extinción que
ocurrió hace 65 millones de años. Corporalmente, se asemejan a la forma del
mítico monstruo de Lago Ness, aunque, en este caso, el hallazgo del ejemplar
más completo de la especie Kawanectes lafquenianum podría ser referido al mito
de Nahuelito -presuntamente observado en el lago Nahuel Huapi-, ya que este
espécimen de 70 millones de años fue encontrado en la Patagonia.
De este elasmosáurido se encontró parte de su cráneo,
cuello, tronco, pelvis, de sus miembros anteriores y posteriores, y su cola
completa. En vida, habría superado los cuatro metros de longitud.
A Nahuelito se lo suele pensar como un macho, aunque, desde
luego, en la historia evolutiva hubo miembros de ambos sexos en el grupo de los
plesiosaurios y, de hecho, se pudo conjeturar que este nuevo espécimen hallado
al centro-norte de Chubut pertenece a una hembra.
Extracción de los fósiles del elasmosáurido. |
A partir de ello, en un nuevo estudio publicado en la
revista Cretaceous Research, se revelan diferencias físicas entre los machos y
las hembras en la especie Kawanectes lafquenianum, algo que no es tan fácil de
lograr para los paleontólogos, puesto que no se suelen conservar las partes
blandas de los animales en el registro fósil.
“Había unas diferencias entre los especímenes que no
terminaban de ser comprensibles, por lo que la investigación se enfocó en
tratar de encontrar la posible explicación a estas diferencias y la conclusión
es que se podía tratar de dimorfismo sexual”, agregó el autor del estudio.
El dimorfismo sexual es un fenómeno bastante común dentro de
los vertebrados, es decir, que hembras y machos de la misma especie tienen
caracteres diferentes. Por ejemplo, las astas de los ciervos solo se dan en
machos. Otra diferencia consiste en que machos y hembras tengan un tamaño
promedio dentro de las poblaciones que es distinto.
“En el caso de Kawanectes lafquenianum, se observan tanto
diferencias de tamaño como en las proporciones de los miembros anteriores y
posteriores”, aseveró O’Gorman. Y agregó: “Estos animales medían entre tres y
cuatro metros, y las hembras eran más grandes que los machos”.
De allí que, si alguien quisiera figurar a Nahuelito con un
tamaño más grande, en verdad, sería más propicio que llamara a este animal
imaginario como “Nahuelita”. En este estudio se pudo conjeturar que las hembras
son más grandes porque los ejemplares de menor tamaño tenían los miembros
anteriores proporcionalmente más desarrollados.
El paleontólogo O’Gorman explicó que “la hipótesis más
razonable es que los machos hayan tenido el miembro anterior muy desarrollado
para abrazar a la hembra durante el apareamiento, una característica dismórfica
que se observa en grupos de animales que viven actualmente y es bastante común
en anfibios como, por ejemplo, en las ranas”.
En tanto, O´Gorman aclaró que, pese a que, en los seis
ejemplares observados, los especímenes inferidos como hembras parecen ser un
poco más grandes que los machos, el hallazgo de más especímenes en el futuro
podría dar más sustento estadístico a esta apreciación en torno al tamaño
corporal.
“A partir de este estudio, se pudo observar un nuevo aspecto
de la biología de los plesiosaurios y, a futuro, esto va a permitir revisar si
el dimorfismo observado en Kawanectes lafquenianum es también observable en
otras especies de elasmosáuridos”, consideró el investigador del MLP y del
CONICET.
Otra diferencia observada en Kawanectes lafquenianum se
encuentra en el ilion, uno de los huesos de la pelvis, algo que puede estar
relacionado a la formación del canal de parto en las hembras, ya que los
plesiosaurios eran vivíparos, es decir, que los embriones se desarrollaban
dentro del útero de la madre.
Esta descripción de las diferencias pudo realizarse a partir
del hallazgo del ejemplar más completo de esta especie, el cual se produjo
durante la campaña de 2013 en el área de la sierra de La Colonia, ubicada 200
kilómetros al oeste de la ciudad de Trelew.
El ambiente en el que vivieron estas Nahuelitas y Nahuelitos
Estos animales de cuello largo y cabeza pequeña, y que
poseían cuatro aletas a los costados de su cuerpo -dos anteriores y dos
posteriores-, vivieron hace 70 millones de años en lo que actualmente conforman
las provincias de Río Negro y Chubut.
Los investigadores estiman que, en aquel entonces, había
allí un ambiente marino marginal. “Los ambientes marinos marginales, como por
ejemplo los estuarios, son toda esa zona de transición entre el mar y el
continente donde hay una mezcla, muchas veces, de elementos continentales y
marinos, como podría ser el estuario del Río de la Plata en la actualidad”.
En ese momento, el clima era más cálido que en el presente
en ese sitio. El supercontinente Pangea ya se había desmembrado y estaba
abriéndose el océano Atlántico entre Sudamérica y África.
Justamente, Kawanectes lafquenianum está asociado a la
primera ingresión atlántica sobre la Patagonia, la cual se extendió, en su
momento de mayor avance, hasta aproximadamente Neuquén. Allí, en un ambiente de
transición del mar con el continente, que poseía pequeños estuarios y marismas,
esta especie extinta lograba entrar donde otros reptiles marinos de mayor
tamaño no les era posible, semejante a lo que ocurre hoy con los delfines que
ingresan en el Amazonas.
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