Tribuna de Silverio Agea en Terabithia
Para contribuir a este debate, en la Asociación Española de Fundaciones acabamos de publicar el informe 'Estrategias de las fundaciones españolas en la era postcovid-19', de los investigadores Gregorio Rodríguez
Cabrero (Universidad de Alcalá) y Simón Sosvilla Rivero (Universidad
Complutense de Madrid), sobre el impacto y las consecuencias de la crisis de la
Covid-19 en el Sector Fundacional Español. Queremos que ese trabajo ofrezca una
mirada hacia el futuro, con materiales y reflexiones de utilidad y valor, para
que las fundaciones y el Tercer Sector en general podamos debatir con
argumentos sólidos hacia dónde queremos caminar en el futuro inmediato.
La pregunta en torno a la que pivota el estudio es si el
impacto de la Covid-19 en el Sector Fundacional será pasajero o se extenderá al
largo plazo, y cómo le afectará organizativa y financieramente. El informe
concluye, y así lo creemos en la AEF, que las principales aportaciones que
podemos realizar al sistema de bienestar y a la reconstrucción social y
económica que tiene que abordar España en los próximos años se pueden resumir
en dos ideas: aportar valor social y valor territorial.
En cuanto al valor social de las fundaciones, según el
informe 'El sector fundacional en España: Atributos fundamentales (2008-2019)',
el sector atiende a 43,7 millones de beneficiarios, genera un gasto de 8.499
millones de euros y emplea a 267.005 trabajadores. De este modo, las
fundaciones contribuimos a la satisfacción de necesidades de muy diversos
colectivos sociales, al mismo tiempo que canalizamos el capital social del
voluntariado, creamos puestos de trabajo con un elevado nivel de cualificación
y capacidad de ajustarse a las crisis y, como subsector de la economía no
lucrativa y economía social de mercado relativamente equilibrado, caminamos por
una senda anticíclica para paliar y moderar parcial y selectivamente los fallos
de otras esferas de bienestar como son el sistema de mercado y el sector
público.
La contribución a la cohesión social y territorial no es un objetivo ajeno al Sector Fundacional, pues forma parte de los objetivos estratégicos del Tercer Sector. El desarrollo de proyectos supraterritoriales entre fundaciones de distintos sectores y ámbitos de actuación se considera un objetivo prioritario para evitar la fragmentación territorial y el despilfarro de recursos.
Es urgente que, desde el sector, nos pongamos a trabajar
desde ya mismo en el valor social y territorial que aportamos a la sociedad
porque, de no hacerlo, existe un riesgo de que desaparezcan fundaciones en
España y de que las necesidades de miles de personas queden desatendidas. Toda
crisis genera efectos negativos, y la de la Covid-19 está siendo especialmente
virulenta, pero también genera oportunidades. Si no actuamos con estrategia y
rapidez, un 25% del Sector Fundacional podría desaparecer, con graves
consecuencias para los fines de interés general. Si, por el contrario, sabemos
aprovechar las oportunidades y realizamos la transformación digital necesaria,
nos convertiremos en un sector aún más eficaz y eficiente.
Otros retos del sector a los que alude el trabajo de los
profesores Rodríguez Cabrero y Sosvilla Rivero son la cooperación interna como
vía de cohesión institucional, el ahorro de recursos a través del trabajo en
red y el desarrollo de proyectos transversales de amplio interés general. La
creación de nuevas fuentes de recursos procedentes de actividades propias
cuenta con amplio apoyo entre las fundaciones como vía para evitar la
dependencia de los recursos externos, públicos y privados, así como el
desarrollo de la digitalización para la mejora de comunicación interna y
externa y de los procesos de trabajo. Este es el camino que debe transitar el
Sector Fundacional en los próximos meses para garantizar su sostenibilidad y su
papel central en el bienestar común y en la promoción de la participación
cívica.
Por nuestra parte, la AEF ha trasladado al Gobierno la
necesidad de contar con la participación de la sociedad civil en el diseño del
Plan de Recuperación para España que movilizará los recursos del programa
NextGeneration EU, focalizados, primordialmente, en la digitalización y la
transición ecológica. Muchas de las fundaciones están perfectamente capacitadas
y bien situadas para participar, mediante alianzas y recursos complementarios,
en los proyectos que puedan presentarse y contribuir así a la construcción de
una Europa más sostenible, más digital y más resiliente. Nuestro momento, el
momento de las fundaciones, es ahora.
Tribuna publicada originalmente en el medio digital Terabithia el 26 de marzo de 2021.
http://www.fundaciondinosaurioscyl.com/docftp/fi1formulario-amigo-2021.pdf
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