- Octavio López Sanjuán publica Hace un millón de años
- Un pormenorizado repaso a los dinosaurios en la historia del Séptimo Arte
Cartel de la película 'Hace un millón de años'
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A todo el mundo le gustan los dinosaurios, sobre todo a los
niños. Y gran parte de esa fascinación nos viene del cine, ya que el Séptimo
Arte ha hecho posible que esos grandes saurios convivieran con los humanos.
Ahora, Octavio López Sanjuán repasa las películas más recordadas del género, y
nos descubre algunos tesoros, en el libro Hace un millón de años. Todo el cine de dinosaurios (1914-1987) (Diábolo Ediciones).
"Me lo he preguntado muchas veces de donde nos viene
esa fascinación por los dinosaurios -confiesa Octavio-, y no sé si existe una
respuesta clara. Por un lado, su aspecto y tamaño nos llama muchísimo la
atención. Enormes bestias como los saurópodos y feroces carnívoros como el
famoso tiranosaurio estimulan nuestra mente por sus mastodónticas dimensiones.
En este sentido, los grandes devoradores de carne se aferran a nuestro instinto
de supervivencia, mostrando nuestra admiración de igual manera que nos
maravillamos -es un decir- por los tiburones. Sentirnos presas activa algo en
lo más atávico de nuestra mente. Podríamos resumirlo en que los dinosaurios nos
hacen sentirnos insignificantes ante su contundente naturaleza".
Cartel de 'King Kong' (1933)
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"Por otro lado -añade-, ya no se encuentran entre
nosotros, lo que añade un halo de misticismo, de algo prohibido y misterioso, a
su existencia. Y a eso tenemos que añadirle su repentina desaparición de la faz
de la Tierra, que potencia sobremanera ese factor recóndito. También está la
musicalidad de alguno de sus nombres. Es inevitable, creo yo, no sentir
admiración ante un animal que se llama Tyrannosaurus rex".
"A nivel personal -confiesa Octavio-, mis primeros
recuerdos en torno a los dinosaurios giran en torno a los libros sobre el tema
que se publicaron a principios de los ochenta, especialmente sus bellísimas
ilustraciones. Y por supuesto, mi pasión por estos animales se desbordó cuando
me topé con esa obra maestra que es King Kong (1933), que también sirvió para
forjar mi amor por el cine. La manera en que están retratados los dinosaurios
en esta película, siempre con escenas emocionantes pero a la vez sugerentes por
su halo onírico, todavía consigue que me quede prendado con la pantalla".
El libro
Octavio nos comenta commo ha estructurado este volumen:
"El texto, en su mayor parte, sigue el orden cronológico de las películas
que contienen dinosaurios y animales prehistóricos. Asimismo, cada uno de los
capítulos se centra en una producción que por diversos motivos goza de cierta
importancia en el momento de su estreno. Pero no son capítulos estancos, y en
la gran mayoría de ocasiones el texto va saltando de un largometraje a otro,
abriéndose paso a través de las épocas para conseguir una visión global de
determinados aspectos".
Portada del libro 'Hace un millón de años'
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"Por citar dos ejemplos -añade-, el segundo capítulo
está dedicado al clásico del cine mudo El mundo perdido de 1925, pero sirve
también para conocer el resto de producciones que adaptaron la inmortal obra de
Arthur Conan Doyle. Ya casi al final encontramos otro capítulo dedicado a los
mitos criptozoologicos, y si bien se reincide en Baby, el secreto de una
leyenda perdida (1985), recorremos el resto de producciones con presencia de
animales prehistóricos naturales de esta temática, como puede ser el monstruo
del Lago Ness, comúnmente descrito como un reptil marino similar a un
plesiosaurio.
Cine y dinosaurios, un romance temprano
Cartel de 'El mundo perdido' (1925)
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A pesar de las dificultades técnicas, el cine siempre se las
apañó para dar vida a los dinosaurios desde principios del Siglo XX., "Sin
duda alguna la producción inaugural de este universo cinematográfico fue la
brontosaurio Gertie (1910), protagonista de un corto de animación realizado por
Winsor McCay. Y si bien Buster Keaton se subía a lomos de un brontosaurio o El
gordo y el flaco coqueteaban con esta fauna, la auténtica película inaugural
del género fue El mundo perdido (1925). El máximo artífice de devolver a la
vida a estos animales para la película fue Willis O’Brien, que ya llevaba
varios años plasmando estas bestias mediante la técnica de animación fotograma
a fotograma, y que se convirtió en el auténtico padre de los dinosaurios en el
cine. Su labor estimularía a un sinfín de artistas, incluido su más emblemático
sucesor, Ray Harryhausen".
"En ese sentido -alude Octavio-, el libro trata también
de poner de relieve la incontestable importancia que tuvieron los artistas de
efectos especiales a la hora de resucitar a los dinosaurios, haciendo hincapié
y una reverencia ante cada uno de los grandes maestros de sus respectivas
técnicas".
Los creadores de vida y sus técnicas
Pedimos a Octavio que repase los títulos que inventaron o
han hecho avanzar el género en estos más de cien años de cine: "La citada
El mundo perdido (1925) me parece esencial en ese aspecto fundamental que
mencionas. Fue la primera película en emplear una estructura argumental que
después se instauró como habitual. Es decir, la humanidad llega a un paraíso
perdido, encuentran animales prehistóricos, trasladan a uno de ellos a la
civilización, donde éste se escapa y siembra el caos. Este orden de acontecimientos
se retomó por ejemplo en King Kong, que también contó con efectos especiales de
Willis O’Brien. Este genio de la animación tenía un don especial para dar vida
a los animales, añadiendo pequeños detalles que les aportaban una gran
personalidad. Por ejemplo, cuando aparece el tiranosaurio en King Kong, lo hace
rascándose la cabeza, un pequeño gesto que le confería mucha naturalidad, que
se correspondía con lograr un gran verosimilitud en pantalla".
Willis O'Brien trabajando en 'El mundo perdido'
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"El también mencionado Ray Harryhausen recogió su
testigo -añade Octavio-, depuró la técnica del stop-motion facilitando el
proceso, y consiguió maravillas increíbles como constatan sus escenas para Hace
un millón de años (1966), El valle de Gwangi (1969) o El monstruo de tiempos
remotos (1953). Poco después llegaron otros artistas como Jim Danforth, Roger
Dicken, David Allen y Phil Tippett, que bajaron, entre aplausos, el telón de la
animación fotograma a fotograma de los dinosaurios en su ocaso a finales de los
ochenta".
"Y aunque el stop-motion fue la técnica dominante
-continúa-, otras películas tan espléndidas como Japón bajo el terror del
monstruo (1954) emplearon el recurso del hombre disfrazado. Aquí, el
especialista Haruo Nakajima se metía dentro de la piel de Godzilla, siguiendo
las instrucciones de Eiji Tsuburaya, el maestro japonés de los efectos
especiales que alcanzó el olimpo con esta técnica y su posterior destrucción de
maquetas".
El rodaje de 'Viaje a la prehistoria'
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"No podemos olvidarnos tampoco de Karel Zeman -añade
Octavio-, que empleó no sólo la animación fotograma a fotograma, sino todo tipo
de técnicas como marionetas, trucos de perspectiva o construcciones a tamaño
real para devolver a la vida a estos animales, como queda patente en esa
pequeña joya que es que Viaje a la prehistoria (1955)".
"Ya con la llegada de los noventa, se asentaron otro
tipo de técnicas, como los animatrónicos liderados por Stan Winston y su
equipo, y la aparición de otros recursos tan esenciales como la animación
digital donde Dennis Muren deslumbró a todo el mundo con sus recreaciones para
Parque Jurásico (1993). Creo que este podría ser un buen resumen".
Rodaje de 'Japón bajo el terror del monstruo'
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Los efectos especiales han sido fundamentales para animar
esos dinosaurios en estos más de cien años de cine. "A tenor de lo
expuesto anteriormente -nos comenta Octavio-, la evolución de las técnicas ha
ido ligada principalmente a una máxima: conseguir que el espectador se crea que
está viendo un dinosaurio. Que esa persona consiga romper por un momento su
incredulidad inicial y se deje llevar por la magnificencia de estos animales.
En ese sentido, creo que en sus respectivos momentos, O’Brien y Harryhausen lo
consiguieron, y con Parque Jurásico el éxito fue absoluto. Por tanto, creo que
es indisoluble esa relación entre la técnica más depurada y la implicación del
espectador. Me sigo quitando el sombrero ante la escena del ataque del
Allosaurus en Hace un millón de años, o la escapada del recinto del
Tyrannosaurus en Parque Jurásico".
Cine y ciencia
Ya sabemos que los dinosaurios y los humanos nunca
coincidieron, como pasa en todas las películas del género. Pero... ¿Hasta que
punto han sido científicamente rigurosas? "Esta es una asociación muy
interesante porque la rigurosidad científica siempre ha ido un paso por detrás
de su plasmación en pantalla -confiesa Octavio-. Durante mucho tiempo, los
dinosaurios eran considerados animales torpes, de movimientos pesados, con su
cola arrastrando por el suelo. Hasta finales de los ochenta, gran parte de las
producciones cinematográficas mostraban esta fisonomía en los animales, si bien
desde principios de los setenta ya se estaba empezando a cambiar el paradigma
hacia una biología de los dinosaurios más activa y vinculada directamente con las
aves".
'El valle de Gwangi'
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"El cine tardó dos décadas en actualizarse -añade-,
hasta que Parque Jurásico instauró este nuevo modelo de manera aplastante, pero
en la actualidad estamos en la misma situación. El impacto que supuso la
plasmación de los dinosaurios de Steven Spielberg fue tan enorme, que ahora
cuesta desprenderse de esa imagen aun cuando los nuevos descubrimientos en el
campo de la paleontología exponen que su aspecto era un tanto diferente. El
ejemplo más sencillo es el descubrimiento de plumas en varios carnívoros. Sin
embargo en la saga de Parque Jurásico somos reticentes a aceptar este nuevo
modelo emplumado en los velocirraptores".
Las películas más bizarras y divertidas de dinosaurios
Además de aterrorizarnos, los dinosaurios cinematográficos
también han protagonizado momentos muy cómicos. A veces adrede y otras por
cutres. "Existe toda una vertiente de cine prehistórico en clave de
comedia -comenta Octavio-. Desde esos albores que hemos comentado de los
personajes icónicos de Keaton, Laurel y Hardy, hasta llegar a una de las
producciones más conocidas como es Cavernícola (1981). Protagonizada por Ringo
Starr, tiene además unos dinosaurios por stop-motion hilarantes, en concreto un
reptil cuadrúpedo de ojos saltones y un tiranosaurio amorfo que termina bajo el
influjo de sustancias psicotrópicas".
El tiranosaurio de 'Cavernícola'
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"Una de las propuestas más singulares, que también me
toca a nivel personal, puede que sea El ataque de los supermonstruos (1982)
-añade el autor-. En realidad, este largometraje procedía de una serie de
televisión japonesa, pero en Estados Unidos y España se comercializó como una
película tal cual, uniendo los cuatro primeros episodios uno detrás de otro. En
cualquier caso, la mezcla no podía ser más explosiva: personajes de dibujos
animados peleando contra dinosaurios realizados con hombres disfrazados. Fue la
primera producción que vi empleando ese recurso del traje, y me enamoró
totalmente, conduciendo mi camino hacia Godzilla y compañía, otra de mis
obsesiones".
'El planeta de los dinosaurios'
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Destacar también la mezcla de los dinosaurios con otros
géneros, que nos ha dejado imágenes imborrables: "En cuanto a maridajes
rimbombantes, las dos aportaciones más reseñables incluyen por un lado a
dinosaurios en el mundo del wéstern. Creo que es una asociación que funciona
muy bien, y tenemos producciones tan recordadas como The Beast from Hollow
Mountain (1956) o El valle de Gwangi (1969). También, gracias a la imparable
capacidad de imaginación del ser humano, tenemos dinosaurios en otros planetas,
como demuestran las películas de El planeta de los dinosaurios (1977) o El
planeta de las tormentas (1962). Todo ello en el cine «clásico» de dinosaurios,
porque con el desenfreno digital de la actualidad nos llegaron propuestas tan
locas como tiranosaurios interdimensionales, aztecas o zombis".
Los dinosaurios y el cine español
¿Cúal es la relación de los dinosaurios con el cine español?
¿Estuvieron en la Guerra Civil? Aunque no os lo creáis está el fantástico corto
Carlosaurio, que mezcla las películas de Carlos Saura con los dinosaurios.
"La relación es muy estrecha y escueta -asegura Octavio-, si bien se ha
ampliado un poco más recientemente. Tenemos icónicas muestras como El valle de
Gwangi, Hace un millón de años o Cuando los dinosaurios dominaban la tierra,
que se rodaron en España. Y después tenemos al gran Juan Piquer Simón, uno de
los pocos directores patrios que realizaron un largometraje con presencia de
dinosaurios. En este caso, la muy divertida y fantástica Viaje al centro de la
Tierra (1976), con efectos de Paco Prósper y su equipo. De igual manera tenemos
la inenarrable Serpiente de mar (1984), con esa enorme culebra prehistórica que
da nombre a la cinta. O esa gema secreta llamada El sonido de la muerte (1964),
con un dinosaurio invisible".
"El universo se abrió cuando J.A. Bayona dirigió
Jurassic World: El reino caído (2018), la quinta entrega de la saga que empezó
Steven Spielberg, lo que amplió de manera considerable la filmografía
prehistórica española. ¡Esperemos que pronto esa lista sea todavía más
grande!" -concluye Octavio-.
Las mejores escenas de dinosaurios
Pedimos a Octavio que nos comente sus escenas de dinosaurios
favoritas de la historia del cine: "En primer lugar, destacaría la lucha
entre el tiranosaurio y King Kong del clásico de 1933. Tiene una energía
imparable y fue determinante para cientos de batallas prehistóricas que
vinieron después".
"Después, me quedo con la devastación londinense del
Brontosaurus en El mundo perdido (1925), por el mismo motivo pero en esta
ocasión por el caos urbano que provoca la bestia. También me parece muy
reseñable el combate a ritmo de Igor Stravinski del tiranosaurio y el
estegosaurio de Fantasía (1940), la epopeya musical de Walt Disney".
"Ya he citado -añade- el magnífico ataque del
Allosaurus de Hace un millón de años, así que me quedo con esa otra escena de
Cuando los dinosaurios dominaban la tierra donde aparece un plesiosaurio a luz
nocturna atacando el poblado de la tribu".
El allosaurus de 'Hace un millón de años'
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"Para finalizar, destaco también la muerte de la madre
de Piecito de En busca del valle encantado (1988), y como también he citado la
huida del tiranosaurio en Parque Jurásico, elijo otro momento también muy
icónico del mismo filme: la primera vez que vimos un dinosaurio con ese Brachiosaurus
imponente pastando entre los árboles, ante la mirada atónita de Alan Grant y
bajo la mágica banda sonora de John Williams".
Habrá una segunda parte del libro
Octavio López Sanjuán retratado por Laura Sanjuán
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El libro concluye en 1988. La razón es que Octavio ya está
terminando la segunda parte: "Si todo marcha según lo previsto, en unos
meses saldrá el segundo volumen de Hace un millón de años, que abarcará desde
1988 hasta nuestros días. Películas tan emblemáticas como En busca del valle
encantado, toda la saga de Jurassic Park, o las más recientes producciones
estarán en ese volumen. En realidad, está prácticamente finalizado, sólo me
queda darle un pequeño empujón a un capítulo que hemos reservado exclusivamente
para el segundo volumen, el dedicado a las series de televisión, y que
completará este estudio pormenorizado de toda esa filmografía prehistórica,
amada y añorada, que Diábolo ediciones ha publicado de manera
espectacular".
No es su único proyecto: "Ahora mismo me encuentro
ultimando los toques finales de dos monográficos que he preparado, uno sobre
los bebés mutantes de Larry Cohen, y otro sobre esas bolas peludas antropófagas
que son los Critters" -concluye-.
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