ANGÉLICA TORICES | DIRECTORA DE LA CÁTEDRA DE PALEONTOLOGÍA
DE LA UR
«Desde que me licencié cada vez hay más mujeres, en carreras
de Biología ya hay más que hombres», afirma Torices
Angélica
Torices posa en su despacho de la Universidad de La Rioja. / MIGUEL HERREROS |
Angélica Torices es directora de la Cátedra de Paleontología
de la Universidad de La Rioja. Nacida en Madrid en 1977, recuerda que «desde
los 4 años sabía que quería ser paleontóloga porque mi padre me regaló un libro
de dinosaurios y me quedé fascinada por ese mundo, así que todos mis estudios
se enfocaron a eso».
Estudió en la Facultad de Ciencias Geológicas de la
Universidad Complutense de Madrid, especializándose en Paleontología, y
realizando allí mismo sus tesis bajo la directriz de quien se convirtió en uno
de sus referentes, la catedrática Nieves López Martínez. Gracias a ella,
Angélica Torices analizó a los dinosaurios carnívoros del sur de los Pirineos.
«Los estudié a partir de los dientes, los restos más abundantes de los
dinosaurios, porque al estar hechos de esmalte, en el proceso de fosilización
aguantan más que el hueso, además de que estos animales cambiaban
continuamente, reemplazándolos, duraban un año o año y medio, así que producían
muchos dientes», explica Angélica Torices.
La paleontóloga continuó con su investigación en la
Universidad de Alberta, en Canadá, estudiando los dinosaurios carnívoros de
allí, hasta que pudo optar, y logró en 2016, un contrato postdoctoral en la
Universidad de La Rioja, donde dirige la Cátedra de Paleontología. Y aquí
cuenta con un territorio idóneo para su pasión y profesión. «La Rioja tiene un
patrimonio excepcional en cuanto a huellas de dinosaurios, más de 150
yacimientos y más de 10.000 huellas, así que protegerlo y estudiarlo es una
tarea ardua», explica Angélica Torices.
«Lo que más me preocupa es protegerlo porque no los podemos
llevar a un museo. Lo ideal sería poder realizar copias digitales para
preservarlo para generaciones futuras y como herramienta de educación y
divulgación, para que el público se acerque, como la realidad aumentada del
yacimiento de La Virgen del Campo (Enciso), donde se puede ver al animal encima
de las huellas, para identificarlo», describe la paleontóloga.
La presencia de la mujer en esta profesión es cada vez
mayor. «Desde que me licencié cada vez hay más mujeres, en carreras de Biología
ya hay más que hombres, aunque quizá sí hay menos mujeres en puestos de
dirección, nos queda bastante trabajo en ese sentido», opina. Ella, como
referentes, tiene a Gloria Cuenca y, sobre todo, a Nieves López, «mi madre
científica, la que me ha ayudado a dar los primeros pasos, a ser rigurosa y
también cabezota, a perseguir mi sueño».
No hay comentarios:
Publicar un comentario