Un análisis de fósiles de 500 millones de años de dos
especies de crustáceos estrechamente relacionados proporciona algunas de las
primeras evidencias conocidas de la evolución de estilos alternativos de
crianza, y de la intervención en los mismos del principio de la compensación.
Artrópodos sometidos al estudio - Wang Xiaodong & Ou
Qiang
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Investigaciones anteriores han demostrado que la historia
evolutiva de la mayoría de los organismos vivos está llena de compensaciones.
El desarrollo de plumas de colores es un ejemplo: hacerlo ayuda a atraer a una
pareja, pero los depredadores tienden a ver más fácilmente las aves coloridas.
Otro ejemplo es el número de descendientes que una especie puede producir.
Tener muchos hace que sea más probable que algunos de ellos sobrevivan, pero
las crías grandes conducen a una menor protección de los padres.
En un nuevo estudio, publicado en Science Advances, los
investigadores compararon las compensaciones que enfrentan Chaundianella ovata
y Waptia fieldensis, dos artrópodos cámbricos estrechamente relacionados. Los
investigadores estudiaron especímenes fosilizados encontrados en partes de
China y Canadá. Los restos fosilizados de Chaundianella ovata mostraron que
producían grandes cantidades de huevos (100 en promedio). Waptia fieldensis,
por otro lado, tendía a producir menos cantidades de huevos (25 en promedio),
pero los que se producían eran más grandes, con yemas mucho más grandes. Ambas
especies vivieron hace aproximadamente 500 millones de años.
Los huevos más pequeños producidos por Chaundianella ovata
tenían aproximadamente 0,5 mm y se mantenían en el cuerpo de la hembra debajo
de las aletas laterales del caparazón, lo que ayudaba a protegerlos contra los
depredadores y las enfermedades. Como tenían yemas pequeñas, ofrecían menos
comida a los embriones en desarrollo, lo que hacía que las crías fueran menos
propensas a sobrevivir. En agudo contraste, los huevos más grandes producidos
por Waptia fieldensis tenían aproximadamente 2 mm y tenían yemas mucho más
grandes, proporcionando a la descendencia una comida más grande y ayudando a
sus posibilidades de supervivencia.
Estas diferencias reproductivas entre dos especies muy
relacionadas sugieren que se involucraron en una compensación evolutiva entre
la cantidad y la calidad de la descendencia. Grandes puestas ayudaron a
asegurar que al menos algunos descendientes sobrevivieran debido a su gran
número. Pero puestas más pequeños permitieron a los padres proteger mejor a la
descendencia. Los investigadores sugieren que las compensaciones reproductivas
de los parientes camaroneros del Cámbrico podrían haber facilitado el éxito
evolutivo de los primeros artrópodos.
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