miércoles, 6 de mayo de 2020

La Capa Negra de Agost, el yacimiento que nos conecta con la extinción de los dinosaurios

  • El pasado día 24 de abril, la Capa Negra de Agost (Alicante) se convertía en Monumento Natural límite geológico K/T
  • Tras la innegable alegría del Colegio de Geólogos por la noticia, el sabor que ha dejado en ellos su exclusión del Consejo de Participación de la gestión de la Capa Negra la convierte en agridulce y piden la inclusión de un geólogo en el comité científico 

https://play.cadenaser.com/audio/1588706197_185618/ (Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geólogos de España, en Hoy por Hoy Alicante)


El pasado día 24 de abril, la Capa Negra de Agost (Alicante) se convertía en Monumento Natural del límite geológico K/T (del alemán Kreide Tertiär o cretáceo terciario), según un decreto de la Generalitat Valenciana. 

La Capa Negra es la huella de hace 66 millones de años, un afloramiento estratigráfico de relevancia internacional de algo más de 150 hectáreas de superficie formado por una secuencia de margas y arcillas en cuyo interior se encuentra registrado el tránsito entre la Era Secundaria (cretácico) y la Era Terciaria (paleógeno o terciario).

Esa frontera cronológica entre ambas eras vino determinada por los efectos del impacto de un gran meteorito al noroeste de la península de Yucatán (Chicxulub, México) que dio lugar a una de las extinciones en masa más severas de la historia de la Tierra.

“Es una historia realmente bonita” cuenta Manuel Regueiro, presidente nacional del Colegio de Geólogos, “no hace tanto, esto era tan solo una hipótesis, hasta que tras una serie de sondeos en la península de Yucatán aparecieron los primeros fragmentos pulverizados de aquel meteorito”.

El impacto del aerolito fue tal que depositó por todo el planeta una nube de polvo que formó una fina capa compuesta por microesferas de goethita originadas por las elevadas temperaturas y la presión de los grandes impactos meteoríticos. Pero, además, con ella ‘viajaron’ una concentración anormalmente elevada de iridio y otros elementos químicos de procedencia extraterrestre.

Antes de desaparecer, pasto de la erosión, esa capa bloqueó la penetración de la luz solar en la superficie terrestre, haciendo inviable la fotosíntesis y, como consecuencia, provocando la extinción masiva de especies marinas y terrestres, entre ellas, los dinosaurios. “A partir de límite K/T comienzan a faltar fósiles de animales que sí han aparecido antes, lo que data una extinción no solo masiva sino muy repentina. Normalmente, en geología, los procesos son largos y este, en cambio, es un instante, la caída de un meteorito es siempre un instante”, relata Regueiro mientras nosotros contenemos la respiración.

Sin embargo, cuando esa nube de polvo de material interestelar se depositó en lugares donde se estaba produciendo un fenómeno de sedimentación, logró fijarse en la tierra y escapar de la erosión. “En Agost esa ‘capa negra’ alcanzó diez centímetros de espesor, es increíble, diez centímetros que han marcado un hito en la historia de la geología moderna”.

Sin duda, si alguien conoce bien uno de los enclaves del límite K/T más estudiados del mundo son los geólogos, científicos que, desde hace años, han trabajado sobre el terreno para revelar la trascendencia de este yacimiento y que han hecho posible con su trabajo la designación del primer monumento natural protegido la Comunitat Valenciana.

Pero, paradójicamente, aunque el Consejo de Participación de la gestión de la Capa Negra de Agost incluye a los propietarios de los terrenos, a representantes de cazadores, escaladores, de excursionistas o a académicos, no cuenta con ningún profesional de la geología entre sus miembros.

En una carta dirigida a la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, Manuel Regueiro ha agradecido el esfuerzo y el apoyo de la Comunitat Valenciana a la geología y en particular a “un lugar de interés geológico de relevancia mundial”.

Sin embargo, tras la innegable alegría de los geólogos por este decreto, el sabor que ha dejado en ellos su exclusión de este Consejo la convierte en agridulce: “Si en la propia introducción al decreto se dejan claras las razones geológicas de la declaración del monumento natural y la Generalitat ha creado una comisión para su gestión, pediríamos que en este grupo esté representado oficialmente el Colegio o que cuente con algún geólogo de los muchos que hay en la Comunitat que pueda asesorar en el comité científico”.

“Antiguamente, la gente no creía en la caída de un meteorito y su relación con la extinción de los dinosaurios; fue a base de ciencia, ciencia, ciencia como finalmente se demostró. No es tan fácil decir «ha llegado un meteorito y se ha cargado los dinosaurios», tuvimos que demostrarlo”, cuenta Regueiro con una sonrisa antes de despedirse en una conversación que pueden escuchar íntegra en la parte superior de este artículo.


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